En los primeros tres meses de este año, el dato per cápita en los hogares extremeños aumentó un 60% respecto al mismo periodo de 2023
Botellas de aceite de girasol en un comercio. / Gustavo Cuevas / EFE
Redacción
11 JUL 2024 7:01
Favorecido por el elevado precio que ha alcanzado el de oliva, el aceite de girasol va ganando peso en la cesta de la compra de muchas familias extremeñas . En los primeros tres meses de este año, el consumo per cápita realizado en los hogares de la comunidad autónoma aumentó un 60% respecto al mismo periodo de 2023, hasta rozar el litro por persona.
Pese a este avance, el zumo de aceituna se mantiene como el aceite preferido por los extremeños (si se suman el convencional, el virgen y el virgen extra), con aproximadamente un litro y medio por persona de enero a marzo. Además, en este periodo, aunque la tendencia al alza de los precios se mantuvo, su consumo se incrementó un 8%.
De esta forma, recuperó una parte de la cuota perdida durante el pasado año, cuando el consumo en los hogares extremeños de 'oro líquido' se desplomó un 22,4%. Un descenso que se acusó fundamentalmente en el segmento de más calidad (y el más caro), el virgen extra, que en un solo año bajó un 45,3%.
Lo que también evidencian los datos del panel de consumo alimentario que elabora el Ministerio de Agricultura es que a pesar del encarecimiento (su precio se ha duplicado prácticamente en los dos últimos años), las familias intentan en la medida de lo posible mantener en su dieta la que está considera como grasa vegetal más saludable. En los tres meses iniciales de 2024, el desembolso en este alimento de las familias extremeñas aumentó cerca de un 80% respecto al de 2023, para mantener unos niveles de consumo similares.
El de oliva «sigue siendo el rey» de los aceites en los hogares españoles , subraya el director general de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Primitivo Fernández, quien agrega que «las mayores o menores compras de girasol se deben siempre a sus diferencias con el de oliva».
Mientras que este último se ha mantenido en precios altos, el girasol «tiene un precio muy atractivo», sobre todo para los hogares que siguen afrontando dificultades económicas y que, si antes consumían aceite de los dos tipos, ahora parte de ellos se ha pasado en exclusiva al de girasol por ser más barato, informa EFE.
El consumo de aceite de oliva continúa siendo mayoritario entre las familias, asegura el responsable de la patronal, donde han decidido comenzar a publicar datos trimestrales y anuales de las ventas en lugar de mensuales para evitar posibles distorsiones.
Las empresas de Anierac representan un 70% de la comercialización del aceite de oliva, que incluye todo lo que se envasa tanto para dentro del hogar como fuera de él, que difiere de lo que se consume finalmente.
Según la asociación, en los seis primeros meses de campaña oleícola (entre octubre de 2023 y marzo de 2024) se colocaron en el mercado 193,5 millones de litros de aceites de semillas (158,5 millones eran de girasol), frente a los 110,5 millones de litros de aceite de oliva, si bien a estas cifras habría que sumar lo que venden las demás empresas del mercado para tener el cómputo total.
Perspectivas de mercado
Aunque se prevé que los precios del aceite de oliva empiecen a bajar con la nueva cosecha, hacia el último trimestre del año, su cotización ha seguido en niveles altos en los que va de 2024.
Desde la Asociación Española del Girasol (AEG), su presidente, Juan Fernández, afirma que el aumento del consumo de aceite de girasol está creciendo, «no solo por una cuestión de precios en comparación con el de oliva», y lo vincula a la recuperación de la hostelería , que lo utiliza mucho. «Son dos tipos de aceites diferentes que tienen mercados distintos y no compiten entre sí», apunta Fernández, que llama a esperar a tener datos más actualizados en el girasol y quita importancia al efecto que pueda tener la supresión del IVA en el precio total del aceite de oliva entre julio y septiembre.
El responsable de la AEG considera que «el suministro de aceite de girasol está garantizado» , teniendo en cuenta que la producción nacional no cubre ni la mitad de la demanda en España y hace falta recurrir a las importaciones.
Los cálculos del Consejo Internacional de Cereales para 2024-2025 arrojan una producción mundial de semillas de girasol de 57,1 millones de toneladas, por debajo del récord de la temporada anterior.
Aunque este año se estima que en España se ha sembrado hasta un 9% menos de superficie, los rendimientos serán mejores y su precio seguirá dependiendo del mercado internacional, a diferencia del de oliva, marcado por la cosecha de España, el primer productor mundial.
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