El Ayuntamiento de Zaragoza se está planteando volver a permitir el uso del glifosato, un herbicida muy utilizado tanto en la agricultura como en la jardinería y considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «probablemente cancerígeno». El anterior Gobierno municipal decidió prohibirlo en el 2016 y, ahora, con PP-Cs al frente, desde el área de Servicios Públicos no descartan que la empresa que se encarga de la gestión de las zonas verdes y los parques de la ciudad pueda volver a utilizarlo. Desde la concejalía van a estudiar «las ventajas y los inconvenientes» de este producto.
La concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, aseguró ayer que hay estudios en los que concluyen que si se hace un uso correcto de este pesticida no tiene por qué provocar problemas. «Está incluido en los pliegos de condiciones pero en Zaragoza no puede utilizarse porque está prohibido», admitió tras ser preguntada durante la comisión de su área sobre la posible utilización de este herbicida por Acciona, la nueva adjudicataria, y que incluye en su oferta el manejo de este herbicida que incluso la Unión Europea planteó vetar, aunque finalmente renovó la licencia hasta el 2022. FCC, Perica y Valoriza, está última del grupo Sacyr, han recurrido la adjudicación porque la empresa ganadora prevé utilizar este pesticida, además de una reducción de la plantilla.
Según Chueca, el propio personal que se encarga del mantenimiento de los parques no apoya este veto, ya que «dificulta su trabajo porque tienen que quitar las malas hierbas a mano, en lugar de con este producto». Entre la comunidad de expertos hay dos sectores, los que alertan de su peligro y los que le quitan importancia.
Tanto el PSOE como Podemos criticaron ayer durante la comisión el mero hecho de que Servicios Públicos se esté planteando recuperarlo. «Más allá de que sea eficiente, no podemos banalizar el uso de este herbicida», declaró el socialista Alfonso Gómez Gámez. Desde la formación morada, Amparo Bella le recordó que el Gobierno de Aragón tampoco lo aprueba.
Pero Chueca insistió en que un estudio internacional «dice que solo su mal uso podría resultar cancerígeno, pero no es dañino si es correcto» y añadió que tienen que estudiar las ventajas y los inconvenientes de este producto antes de tomar una decisión. «No digo ni que sí ni que no», resumió.