Todavía está abierta la negociación para fijar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de este año (ahora está en 1.134 euros al mes a 14 pagas), a la espera de lo que suceda en la reunión entre los agentes sociales y el Ministerio de Trabajo del próximo 29 de enero. Sin embargo, el debate entre organizaciones agrarias como Asaja y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO) está muy vivo. Los primeros consideran "inasumible" este alza por la escalada de costes (un 18,1% desde 2019, calculan), y creen que mermará la contratación. Desde el lado sindical niegan que otra subida del SMI dañe al empleo y, añaden, que haría más atractivo un sector tan envejecido. Expertos como el investigador de Fedea, Marcel Jansen, apuestan por "ampliar el mandato de la Comisión Asesora para el SMI" y que pueda estudiar la incidencia de estas subidas en sectores como el agrícola. Tres propuestas y un debate al rojo vivo En este momento, hay sobre la mesa tres propuestas para situar el Salario Mínimo en el 60% del salario medio neto inspirándose en el artículo 4 de la Carta Social Europea (que establece "el derecho de los trabajadores a una remuneración suficiente"): La 'Comisión Asesora para el SMI', formada a instancias del Ministerio de Trabajo, plantea un alza del 3,44% o el 4,41% (1.184 euros mensuales en 14 pagas, 50 euros más al mes), mientras que los sindicatos proponen una subida cercana al 6% (1.200 euros al mes, unos 60 euros más mensuales) y la CEOE del 3% (1.168 euros al mes en 14 pagas, 34 euros más cada mes). El profesor titular de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) e investigador asociado de Fedea, Marcel Jansen, cuestiona el objetivo del 60% del salario medio neto ante circunstancias en España como el mayor peso de las pymes que la media europea, la proporción de salarios bajos, una tasa de paro superior al promedio comunitario y "la mayor presencia de sectores con salarios relativamente bajos y cercanos al SMI". Para este experto "la mejor manera de cumplir con el objetivo político del SMI es siendo previsible" y, por este motivo, propone "acuerdos plurianuales". La 'Comisón Asesora para el SMI' del Ministerio de Trabajo, plantea un alza del 3,44% o el 4,41% (1.184 euros mensuales en 14 pagas, 50 euros más al mes)para este año Asaja: "Inasumible" Desde Asaja, que forma parte de CEOE, su director de Relaciones Institucionales Juan José Álvarez apunta que la nueva subida del SMI es "inasumible" y asegura que "los costes de producción nos están comiendo". Estos suman un 18,1% desde 2019, según sus estimaciones. En este sentido, reconoce que "el trabajo del campo es duro y las condiciones las pactamos en convenios proviciales". Estos son más de 60 en la actualidad. Álvarez teme que un pacto unilateral entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para el SMI "dinamite" la negociación colectiva . Al respecto, augura que si no les ayuda con algún tipo de bonificación habrá "una menor contratación". En un documento interno, al que ha tenido acceso este medio, Asaja recuerda que un alza del Salario Mínimo del 4,4% colocaría el SMI en los 1.184 euros mensuales en 14 pagas , 50 euros más al mes. Al hilo de lo anterior, aseguran que si se suman las cotizaciones sociales a cargo del empresario y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (para nutrir la 'hucha' de las pensiones), el SMI se dispararía entre los 1.816 y 1.903 euros mensuales. Esto arrojaría un incremento de entre 78 y 81 euros al mes, hasta un 62% más de los 50 euros mensuales propuestos por Trabajo, y que prorrateándolo a 11 meses de trabajo (restando el mes de vacaciones) supondría un coste salarial efectivo por mes de entre 1.981 y 2.076 euros. "Los costes de producción nos están comiendo", advierte Juan José Álvarez (Asaja) CCOO y UGT: "Estas subidas dignifican" Por su parte, desde Comisiones Obreras Industria su responsable del sector Agrario Vicente Jiménez, critica lo que denomina como "el mantra continuo de que la subida del SMI se va a cargar el empleo". El representante de Comisiones recalca que "estas subidas dignifican y ayudan a que la gente quiera quedarse en el sector". En este sentido, señala hacia la falta de relevo generacional y añade que, a pesar de lo anterior, " se produce cada vez más y se cultiva lo mismo , pero con menos gente", afirma en referencia a la digitalización y la mecanización. En una línea similar se pronuncia Sebastián Serena, secretario del Sector Agroalimentario de UGT FICA, quien argumenta que "si no se sube el salario, no se atrae a gente hacia el campo". Al respecto, Serena se pregunta por qué no es posible negociar un incremento salarial. Con Jiménez coincide en que " muchas actividades están mecanizadas" y defiende que, si se toman los datos de paro registrado en la agricultura (83.593 parados registrados en el sector agrario en diciembre, 2.019 menos y una caída del 14,55% interanual), esta "entre los sectores que más reducen el desempleo". "Estas subidas dignifican y ayudan a que la gente quiera quedarse en el sector", Vicente Jiménez (CC.OO Industria) ¿Sin margen para ajustar salarios en recesión? Jansen (Fedea) reconoce que "hasta ahora se ha sabido acompasar las subidas del SMI, con el proceso de recuperación tras la pandemia. El SMI estaba muy bajo y ha ido bastante bien". Sin embargo, el profesor de la UAM avisa contra "la rigidez a la baja de los salarios cuando entremos en recesión" en sectores como la agricultura, con una parte importante de sus trabajadores con salarios próximos al SMI. Algo que resultó fundamental para salir de la crisis financiera de 2008, razona este académico. A su juicio, los márgenes para ajustar los salarios ahora son "prácticamente nulos" y subraya el hecho de que "el BOE determina el salario de casi el 12% de los trabajadores". En cualquier caso, lamenta que todo "el debate sobre el SMI en España se está llevando de manera casi acientífica" y propone que "la Comisión Asesora para el SMI debe tener un mandato más amplio para que el sector agrario pueda aportar evidencias con las que realizar sus reclamaciones, de manera que se puedan razonar y debatir medidas". Este experto muestra su preferencia por recetas como los complementos salariales frente a las bonificaciones o ayudas directas. La pesca: No a las "acciones unilaterales" La inquietud por los efectos de un nuevo incremento del Salario Mínimo también es compartido por la pesca, especialmente los detallistas. Desde la patronal de las pescaderías tradicionales Fedepesc a , su directora general María Luis Álvarez, afirma que en los últimos 8 años la subida acumulada del SMI ha sido del 67,3% y resalta que, con el próximo SMI, un aprendiz de pescadería 'gana' desde el primer minuto casi 1.900 euros al mes, pagas extras y cotizaciones sociales incluidas. "No lo vas a rentabilizar hasta que pase 6 o 7 meses ", señala Álvarez. "La 'Comisión Asesora para el SMI' debe tener un mandato más amplio para que el sector agrario pueda aportar evidencias con las que realizar sus reclamaciones, de manera que se puedan razonar y debatir medidas", Marcel Jansen (Fedea) En la principal patronal del sector, Cepesca , su secretario general Javier Garat, apuesta por "fomentar el diálogo social entre CEOE y sindicatos" y cree que "el Gobierno debe apostar por este diálogo y no tomar decisiones unilaterales". En su opinión, lo más preocupante es "el aumento de las cotizaciones sociales en los últimos años , en un contexto de incrementos considerables de los costes de explotación de las empresas". A lo que Garat suma el aumento de impuestos y las "restrictivas normas de la UE que están limitando mucho nuestra actividad" . Desde la actividad conservera, el secretario general de Anfaco-Cecopesca, Roberto Alonso, recuerda que "el convenio colectivo de conservas supera el salario mínimo interprofesional y, por lo tanto, no nos afecta directamente su incremento". Blanco sí coincide con Garat en que "la negociación colectiva debe ser el instrumento prioritario para los acuerdos salariales , por su cercanía a la realidad competitiva de cada sector y capacidad de adaptación".