Hace cinco años que se consumó la salida de Reino Unido de la Unión Europea, y es ahora cuando la industria alimentaria está sintiendo el impacto del Brexit en sus cuentas. Sobre todo a raíz de la introducción el pasado año de nuevos requisitos que han hundido las ventas del sector en este país en un 18%. Tras varios retrasos, fruto de la compleja separación comercial, Reino Unido ha empezado a aplicar nuevos controles fronterizos sobre las importaciones de alimentos y productos animales, que fueron recogidos en el acuerdo del Brexit. A lo largo del curso se fueron implantando, de forma progresiva, controles sanitarios y fitosanitarios en frontera , que incluyen notificaciones previas, certificados sanitarios y fitosanitarios, y controles físicos, documentales y de identidad de la mercancía. Nuevos requisitos La adaptación para cumplir los requisitos y gestionar los trámites aduaneros ha afectado sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, más sensibles a estos obstáculos. De hecho, la implantación del nuevo modelo aduanero ha complicado considerablemente los flujos comerciales , además de los costes asociados, según la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas, en declaraciones a EFE . Otra barrera es la obligatoriedad de incluir en el etiquetado una dirección física en Reino Unido, un proceso costoso y que desincentiva a las empresas. La patronal también señala cuestiones fiscales, como la gestión del IVA en Reino Unido, para lo que algunas compañías están creando sociedades filiales. También están los obstáculos logísticos, que obligan a contratar servicios de almacenes en ese país para agilizar los pedidos. Champiñones en venta en un supermercado inglés. | Imagen: Dreamstime Estos nuevos requisitos administrativos y comerciales han afectado a las cifras de exportación de la industria alimentaria, pues el Brexit ha hecho retroceder el mercado británico hasta la quinta o sexta posición , cuando habitualmente era el tercer o cuarto destino más importante. Solo en 2023, las exportaciones agroalimentarias y pesqueras de España a Reino Unido cayeron un 11%, situándose en 2,38 millones de toneladas. Si echamos la vista más atrás, y comparamos los datos con los de 2019, año anterior a la salida de Reino Unido de la Unión Europea , la disminución en volumen es del 18,6%. Sin embargo, el valor se ha disparado un 19%, en un contexto de fuerte inflación. Sin embargo, la industria alimentaria española remarca que sigue siendo un mercado prioritario , y trabajan para impulsar la promoción y las relaciones institucionales, para reforzar el comercio bilateral y recuperar la dinámica anterior al Brexit. Sectores afectados Los principales sectores exportadores al país e impulsores del superávit comercial son frutas y hortalizas, vino y aceite de oliva , mientras que España importa sobre todo bebidas espirituosas, cereales y pescado. El sector hortofrutícola vive con preocupación esta nueva situación, al ver cómo sus exportaciones cayeron un 17%, en línea con la situación de otros países europeos como Países Bajos, Bélgica, Italia o Francia. Y mientras tanto, se han disparado las importaciones británicas de terceros países, como India, o sobre todo Marruecos, que prácticamente ha duplicado sus volúmenes . Tomates a la venta en un supermercado inglés. | Imagen: Dreamstime Otros sectores, como el aceite de oliva o el vino, se mantienen más optimistas. Defienden que se han adaptado muy bien al nuevo escenario, a pesar del caos inicial, que hizo que en un principio cayeran ligeramente las ventas, pero ya se han recuperado. En el caso del vino, se mantiene como uno de los destinos principales. En la negociación de salida, Reino Unido aceptó los estándares de la Organización Internacional del Vino en cuanto a métodos de elaboración y análisis, si bien preocupa la situación fiscal, por el incremento de tasas a los vinos.