Es de propiedad regional, pero está cedido al consistorio por un convenio. Señala que es una «mala decisión por su parte no equiparlo, ya que es necesario»
Una imagen de la inauguración del matadero, en el 2006. - TONI GUDIEL
El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento de Plasencia anunció que, entre las peticiones que enviaría a la Junta de Extremadura de necesidades de la ciudad para incluirlas en los presupuestos generales de este año, estaría la reforma del matadero, que lleva cerrado desde septiembre del 2016. Sin embargo, la Junta no ha presupuestado la obra y el ayuntamiento no puede asumir su coste, por lo que finalmente ha decidido revertir la cesión a la administración regional.
Según ha señalado el concejal de Medio Ambiente, Luis Miguel Pérez Escanilla, la instalación, ubicada en la N-630, en la salida hacia Cáceres, es propiedad de la Junta, pero está cedido al ayuntamiento a través de un convenio, de forma que, ahora, «en el momento en que desaparece la causa, lo lógico es que se revierta».
No obstante, Escanilla ha querido recalcar que «es una mala decisión por parte de la Junta no equiparlo porque necesita mucho menos de lo que tiene». En este sentido, recuerda que cuenta con la carrilería, los frigoríficos, corrales, centro de limpieza y desagües...
El ayuntamiento encargó a una empresa externa un estudio del coste de actualizar y acondicionar el matadero y el resultado fue que se necesita una inversión de unos 750.000 euros «impuestos incluidos».
La idea del ayuntamiento era que la Junta asumiera el coste de la obra -porque según el departamento de Intervención no puede hacerlo el ayuntamiento al no ser el edificio de su propiedad- y redactar un nuevo conveni mejorado «para que no haya errores».
Sobre los beneficios que supondría su reapertura, Escanilla ha subrayado que uno de ellos sería el laboral, puesto que antes de cerrar contaba con entre ocho y diez trabajadores. «También desde el punto del bienestar animal porque no es lo mismo sacrificar aquí en Plasencia que tenerlos que llevar a mataderos incluso de La Coruña», lo que a su vez supone un aumento de gastos para los ganaderos.
El concejal recuerda además que, el último año que estuvo abierto, se mataron más de 10.000 cabezas de ganado. «En la zona norte hay mucho ganado y un matadero comarcal sería bueno. Solo se trata de actualizarlo».
Es lo que ha intentado transmitir en las distintas consejerías a las que ha acudido para realizar la petición, pero «se pasan la pelota unos a otros, todos dicen que no es de su competencia».
Por eso, si nada cambia, el ayuntamiento revertirá la instalación y otra infraestructura continuará cerrada.