Como fruta de temporada que es, el albaricoque debe comerse maduro tras se recolecta del árbol, momento en el que deja de madurar. Se trata de una fruta de verano por excelencia, y es propia de los climas templados. En España se produce en grandes cantidades sobre todo en Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Aragón. Con más de dos mil variedades de este fruto de pequeñas dimensiones, lo más característico de los albaricoques es su carne firme y crujiente, su piel aterciopelada y su sabor ligeramente dulce, lo que le convierte en un gran aliado de las recetas más variopintas. Hoy vamos a descubrir todas sus propiedades saludables (con la vitamina A a la cabeza) y tres recetas para incorporarlo más allá del bocado delicioso que nos aporta solo. Las (muchas) propiedades beneficiosas del albaricoque El albaricoque, a pesar de su reducido tamaño, es una fruta repleta de propiedades beneficiosas para la salud, entre las que destaca especialmente el betacaroteno, un precursor de la vitamina A especialmente visible en la calidad de nuestra piel y la vista. Además, esta vitamina ejerce la función de protegernos de las infecciones , y tiene un alto poder antioxidante. Los albaricoques, de plena temporada, son ricos en vitamina A y C, potasio, y fibra. EMMA GARCÍA Pero es que, además de la A, el albaricoque es rico en vitamina C y potasio , gracias al cual contribuye a la eliminación de las toxinas por su capacidad diurética, al tiempo que fortalece los músculos y el sistema nervioso. Además, el consumo de este fruto está indicado para el control de la hipertensión y otras patologías relacionadas con la retención de líquidos. Para finalizar, el albaricoque tiene propiedades antiinflamatorias y astringentes , y su gran contenido en fibra (sobre todo si lo ingerimos con piel, lo más aconsejable) es perfecto para la salud digestiva, combatir el estreñimiento y mantener a punto la flora intestinal. Posibilidades del albaricoque en la cocina Más allá de ingerirlo como postre, entero y a bocados, el albaricoque ofrece una serie de cualidades organolépticas especiales para trabajarlo en muchas recetas sorprendentes , que van desde mermeladas, hasta ensaladas, complemento al desayuno en un bol de yogur griego con frutos secos, smoothies, reposteria ... Call Me Albaricoque: Albaricoques al horno, almendras tostadas y helado de yogur. La única premisa de este fruto de verano es consumirlo cuando está maduro, puesto que si lo compramos verde no va a tener ningún sabor y, además, resulta especialmente indigesto. Una vez se ha arrancado de la planta, el albaricoque detiene su maduración, por lo que hay que buscar que esté en su punto en el mercado. A partir de ahí, a echarle imaginación y disfrutar de esta fruta deliciosa y dulce. 1. Smoothie de albaricoque asado Los chefs de KitchenAid nos proponen preparar un smoothie bien fresquito y cremoso a base de albaricoques que habremos asado previamente para otorgarle a la bebida final un sabor extraordinario. Smoothie de albaricoques asados con mango y nectarina. KitchenAid Ingredientes para el smoothie de albaricoque asado 5 albaricoques maduros 1 nectarina 150 g de mango congelado 300 ml de leche Elaboración del smoothie de albaricoque con mango El mango aporta cremosidad al smoothie de albaricoques. MiaoYun En primer lugar cortamos los albaricoques y la nectarina por la mitad, y desechamos los huesos. Colocamos la carne de ambos frutos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal, y la horneamos durante 25 minutos en un horno que habremos precalentado previamente a 180ºC. Después, vertemos la leche en la jarra d ella batidora, añadimos la fruta asada y el mango congelado. Para finalizar, batimos bien hasta conseguir la textura deseada y servimos inmediatamente. 2. Ensalada con queso fresco, albaricoques y tomates En ensalada, el albaricoque tiene mucho que aportar 7 albaricoques maduros 2 tomates raff grandes 1 aguacate 250 g de queso fresco al gusto del consumidor Aceite de oliva virgen extra 3 naranjas Miel Paso a paso para elaborar la ensalada de albaricoques El queso fresco contrasta d maravilla con el sabor dulce del albaricoque. Getty Images Para comenzar con esta receta de ensalada, cortamos los albaricoques en dados, eliminando los huesos. Lo mismo con los tomates raff (una sugerencia sería mezclar varias clases de tomate , para darle colorido y variedad nutricional). Cortamos los aguacates en trozos, previamente pelados y eliminado el hueso. En una fuente, ponemos la fruta, los tomates, el aguacate y el queso fresco. Para la 'vinagreta' de naranja: Exprimimos las dos naranjas, e incorporamos un par de cucharadas de miel. Lo repartimos por la ensaladera de manera proporcional y dejamos que se enfríe en la nevera antes de servir. 3. Flan sencillo de albaricoque Flan de albaricoque iStock 250 g de albaricoques pelados 300 g de nata líquida para cocinar 150 g de leche evaporada 100 g de azúcar Agar agar Así se hace el flan de albaricoque En primer lugar cogemos los albaricoques pelados y sin hueso, y los trituramos hasta que obtengamos una textura de puré . En una cazuela, con el fuego encendido, colocamos la nata líquida, la leche evaporada y el azúcar. Dejamos que hierva y, en ese momento, incorporamos el agar-agar. Mezclamos con calma. Bajamos la intensidad del fuego y dejamos que siga hirviendo unos segundos más. Añadimos la mezcla de albaricoques del principio y hacemos que todo ligue bien removiendo . Cuando tengamos el resultado que deseamos, lo repartimos en moldes individuales y dejamos enfriar en la nevera durante 4 o 5 horas mínimo. Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las mejores novedades para disfrutar al máximo del placer de comer.