La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) hace un llamamiento por la disminución del peso de la agricultura, que se refleja en la merma de tierras cultivadas y el descenso del empleo.
Esta agrupación emite este informe para sustentar la movilización en defensa del mundo rural que tendrá lugar el próximo sábado en Valencia, que aglutina a quince instituciones vinculadas al campo en diferentes aspectos -ganaderos, cazadores, pescadores, silvicultores-.
La agrupación lamenta la tendencia de las economías desarrolladas a reducir la importancia del sector primario, que consideran "seriamente amenazado". Considera que los poderes públicos deberían mejorar su conocimiento del sector sobre el que legislan y defender no solo el territorio, sino también la sostenibilidad económica.
En un informe que presentó ayer, esta organización refleja, con datos del a Conselleria a de Agricultura, que en las tres últimas décadas la superficie total de cultivo ha disminuido en un treinta por ciento, ya que se han dejado de cultivar 164.000 hectáreas, lo que se atribuye a la falta de rentabilidad. En las conclusiones del informe, AVA señala que los precios en origen se van manteniendo, mientras que los costes de producción "no paran de crecer".
La desaparición de tierras cultivables ha afectado de manera desigual a cada tipo de cultivo. En el caso del tomate y de la patata, la merma de superficie disponible supera en ochenta por ciento. En términos absolutos, el mayor recorte se ha observado en la viña, que ha disminuido en más de 62.000 las hectáreas de cultivo. En este caso, hay que atribuirlo en parte a los planes de reconversión del viñedo.
Un 62,7% menos de empleoParalelamente, ha ido disminuyendo la población ocupada en el sector agrario: de las más de 153.000 personas que trabajaban en este sector a mediados de los años ochenta, ahora rondan las 57.000, es decir, un 62,7% menos.
AVA reclama mayor atención al campo, no solo por el peso del sector primario en el PIB regional -que se sitúa en torno al 3%-, sino también porque es el apoyo de las industrias alimentarias afines que, conjuntamente, generan un empleo director de 171.000 personas -el nueve por ciento del empleo de la comunidad- y generan un negocio de 14.623 millones de euros, es decir, el catorce por ciento del PIB de la región.
La organización señala también que el 36% de las tierras están en riesgo por daños producidos por la fauna salvaje, que crece por las restricciones a las licencias de caza.