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Dos fincas aseguran un último refugio contra la extinción al ganado autóctono madrileño

03/06/2024
En: 20minutos.es
Digital
La Comunidad de Madrid envió hace unos días una remesa de cientos de semillas de 13 variedades de cultivos regionales, de tomates a trigo duro pasando por cebada, al Banco Mundial de Semillas situado en Noruega . El objetivo de esta iniciativa que funciona desde 2008 es la conservación del patrimonio vegetal mundial por si se necesita en el futuro o para emergencias. Con una intención similar, el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) tiene desde hace años un programa de preservación de razas ganaderas autóctonas en peligro de extinción en dos localizaciones mucho más cercanas que las remotas islas Svalbard : Buitrago de Lozoya y Aranjuez. En las fincas de Riosequillo y La Chimenea, la entidad dependiente de la Consejería de Medio Ambiente custodia decenas de ejemplares de vacas y toros de raza avileña negra ibérica, de cabras del Guadarrama y de ovejas colmenareñas (también conocidas como negra de Colmenar Viejo) y rubias de El Molar, que está en "serio peligro" de extinción, según inciden desde el departamento que dirige Carlos Novillo. "La ganadería ha sido uno de los sectores preferentes del Imidra , específicamente en lo que tiene que ver con la preservación de razas", explican desde la consejería. Estas fuentes detallan que el trabajo de este organismo que lleva más de 25 años apoyando al campo madrileño a través de la investigación, la formación, la transferencia y la divulgación es especialmente "intenso" en lo que tiene que ver con el vacuno avileño. La razón es que los expertos consideran que es una de las razas que mejor se adapta a las condiciones y climatología de la región. En la finca de Riosequillo, situada a unos cuatro kilómetros del centro de Buitrago de Lozoya, nacen cada año más de 65 terneros de unas 75 vacas avileñas de raza pura. "Los profesionales del Imidra seleccionan las hembras adecuadas para mantenerlas como reproductoras en la propia explotación", detallan desde Medio Ambiente. El resto de ejemplares, agregan, se otorgan a un precio estipulado y por sorteo a los ganaderos interesados, que acuden cada temporada a esta entrega de ganado. "Todas tienen un alto valor genético", aseguran desde el Ejecutivo regional, fuentes que inciden en que la carne de esta raza tiene "altísima calidad" y está amparada por la denominación de calidad IGP 'Carne de Ávila' El jefe de Área de Investigación y Mejora Ganadera del Imidra, Santiago Moreno, detalla que el resultado del trabajo de campo que hacen los técnicos se traduce en la mejora genética de las explotaciones ganaderas de la Comunidad de Madrid. A la vez, cuenta, esto propicia que más ganaderos quieran criar en pureza la raza avileña y que su ganado esté más adaptado al medio y sea más resistente físicamente. Imagen de archivo de un ejemplar de cabra del Guadarrama. Comunidad de Madrid La preservación de la raza avileña no es la única que ocupa al Imidra: en la finca La Chimenea tiene unas 120 hembras de las dos razas de ovejas antecitadas, que cuentan con censos de población extremadamente bajos . En el caso de la rubia de El Molar no llega a 1.900 reproductores, mientras que la colmenareña se sitúa en torno a 8.000. En estas instalaciones de Aranjuez, el instituto de investigación desarrolla varios proyectos para ayudar a la mejora en la selección de las razas y para conseguir métodos reproductivos que propicien la recuperación. Uno de los fines que se persigue es que ambas sean más atractivas para los ganaderos de la región y afiancen su futuro, pero también se aspira a contribuir a dar un "mayor relieve y calidad" a la producción cárnica y láctea , así como a preservar la biodiversidad y el patrimonio alimentario y genético. Este último aspecto también se lleva a cabo con la cabra del Guadarrama, otra raza autóctona, de la que existen actualmente unos 8.000 animales reproductores inscritos en el Libro Genealógico, aunque no se mantiene ningún núcleo de cría por parte del Imidra. En la labor de preservación de las razas ganaderas, además de Buitrago y Aranjuez, hay otra localidad madrileña de importancia clave: Colmenar Viejo. Aquí se ubica el Centro de Selección y Reproducción Animal del Imidra, que tiene varios laboratorios de alto nivel de cualificación técnica (como control lechero o reproducción animal), así como distintos almacenes de material genético. Entre ellos estos últimos destaca el Banco Nacional de Germoplasma Animal, donde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación conserva la copia de seguridad de material genético de todas las razas ganaderas españolas. En este organismo se conservan actualmente, a 196 grados bajo cero, más de 100.000 dosis seminales procedentes de más de 1.300 sementales de especies y razas ganaderas diferentes. Otro auténtico 'arca de Noé' como el Banco Mundial de Semillas, aunque en este caso a escasos kilómetros de la capital y en el centro geográfico de la península.
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