Del cerdo hasta los andares

02/02/2024

En: levante-emv.com
Digital

El cerdo es un animal estrechamente ligado a la gastronomía del interior. Bien lo saben en Requena, donde desde hace décadas dedican todo un fin de semana a uno de sus más sabrosos manjares, los embutidos. Ver noticias guardadas Requena rinde tributo a sus embutidos del 9 al 11 de febrero. Urban El cerdo es el animal más ligado a la gastronomía en las zonas de interior de la Comunitat Valenciana. Desde antaño, el sustento de muchas familias ha girado alrededor de este animal. En muchos hogares se criaban durante meses cerdos para su engorde aguardando el momento de la matanza para obtener de él decenas de productos cárnicos que llenaban las despensas para afrontar el largo invierno. Tanta influencia ha tenido el cerdo en otras épocas que todavía hoy empleamos términos y frases hechas que se relacionan con él: «del cerdo me gustan hasta los andares» (en referencia al aprovechamiento de todas las partes del animal para el sustento de la familia) «a todo cerdo le llega su San Martín» (símil para constatar que antes o después quien obra mal recibe su merecido) o 'chascarrillos' que recordaban la parte festiva de la matanza, como que «cuando se mata el gorrino o se muere la abuela no se va a la escuela». Durante décadas, la matanza del cerdo ha marcado el calendario anual de muchas familias, y en muchos puntos de la geografía valenciana se han convertido en tradicionales algunos de los productos que se elaboran a partir del cerdo como los embutidos o la orza. Los nuevos tiempos han terminado con la tradición de la matanza, y desde hace décadas ya no se ven correteando a los niños alrededor de la mesa del matarife, donde mondongueras y embutidores realizaban todas las tareas propias del sacrificio del cerdo para aprovechar todas sus partes. Pero a pesar de que la matanza dejo hace años de ser habitual en las zonas de interior, muchos municipios han seguido celebrando ese momento del año en el que las despensas se llenaban de alimento para todo el año. Es el caso de Requena, donde desde hace tres décadas se sigue 'rindiendo tributo' al cerdo, la matanza y sus embutidos con la Muestra delEmbutido Artesano y de Calidad de Requena, un certamen multitudinario que todos los años pone sobre la mesa los inconfundibles sabores de sus siete embutidos más típicos: longaniza, morcilla, chorizo, perro, salchichón, güeña y sobrasada. Miles de personas acuden cada año a la Muestra del Embutido de Requena. Urban El evento ha ido evolucionando edición tras edición (este año se celebra la vigésimo novena). De aquellas primeras ferias en las que las carnicerías de Requena llenaban sus expositores de embutidos frescos y curados todavía queda un colectivo que cada año prepara miles de kilos de embutidos para la degustación popular. Con los años, la Muestra del Embutido se ha convertido en el mejor escaparate para los embutidos tradicionales, pero también para otras elaboraciones típicas de la zona como los bollos artesanos (una torta de pan horneado sobre la que se colocan piezas de jamón y longaniza), el morteruelo o el ajoarriero (platos típicos del interior valenciano que en el evento de Requena elabora el colectivo de Amas de Casa Tyrius con la misma receta que empleaban nuestros antepasados). Los vinos de la DOUtiel-Requena también han encontrado un escaparate perfecto en la Muestra del Embutido. Los tintos de Bobal que se elaboran en la zona son el mejor compañero de viaje para unos embutidos cuya fama sobrepasa el ámbito local. Este año, la Muestra del Embutido Artesano y de Calidad de Requena se celebrará entre los días 9 al 11 de febrero. El evento contará con una veintena de expositores, entre ellos cinco bodega de la zona, y los organizadores han planteado un amplio programa de actividades que incluyen catas de vinos y un concurso popular de cachulí, plato típico de Requena, cuyo fallo se conocerá durante la última jornada de la Muestra. Compartir el artículo