LA MODERNIZACIÓN DEL SECTOR PRIMARIO
De la intuición del agricultor a las empresas 'agrotech'
La tecnología que usan estas empresas se basa en la captación de datos y su análisis con herramientas como drones y satélites
Seis de cada diez firmas que pertenecen a este sector se han puesto en marcha en los últimos cinco años
Efe
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Un dron sobrevuela un campo de olivos. José Manuel Pedrosa
En los últimos años, el campo ha experimentado un cambio en la forma de trabajo que ha traído consigo el paso de la intuición del agricultor al análisis de los datos y que, a su vez, ha propiciado que el 60 % de las empresas de 'agrotech' se hayan creado en los últimos cinco años.
Se definen como empresas que ofrecen 'hardware' y 'software' aplicable a la digitalización del sector de la agricultura , por ello no son ni 'biotech', enfocado en la genética, ni 'foodtech', más especializadas en la producción de carne en 3D.
La tecnología que usan está basada en la captación de datos y su análisis a través de herramientas como drones y satélites, herramientas que han llegado para sustituir lo que antes el agricultor hacía basándose en su 'intuición' para ahora reemplazarlo por los datos.
El último informe de la Asociación Española para la Digitalización de la Agricultura (AgroTech España) muestra que, a día de hoy, España ronda el millar de empresas tecnológicas en el sector de la agricultura, una cifra que multiplica por tres la cantidad que hay en otros países como Francia, Alemania o Países Bajos
A nivel mundial, el país se posiciona como el tercer lugar, con Estados Unidos a la cabeza, seguido de India, según los datos extraídos del informe.
El presidente de la asociación, Ivan Lütolf, defiende que España cuenta con un «ecosistema súper potente» que trabaja en dar una respuesta a los productores en el proceso de digitalización.
No obstante, la idiosincrasia del campo español hace que ese proceso no sea del todo fácil y sencillo, ya que el 75 % de los agricultores tiene más de 65 años, lo que, según apunta Lütolf dificulta una completa digitalización.
Mientras que otras partes de la cadena agroalimentaria, como la distribución, sí han digitalizado sus procesos, el sector primario, del que subraya que está «muy castigado», se encuentra aún en esa transformación.
Empresas y datos
Los ejemplos de empresas que ponen los datos al servicio de la agricultura se han multiplicado en los últimos años y se han convertido en ejemplo para otras que también buscan cómo optimizar sus servicios.
Es el caso de Dropia, un proyecto colaborativo entre Hispatec y Prima-Ram que se puso en marcha hace un año y medio y que tiene entre otros objetivos, «alimentar a la planta gota a gota» gracias a la utilización de los datos.
Así lo explica su coordinador, Miguel López, quien detalla que, con la herramienta que han desarrollado consiguen «sensorizar el campo» y generar unos datos que explican al agricultor «qué pasa realmente en la producción».
En un contexto en el que la sequía y la falta de disponibilidad de agua azotan cada vez más a los cultivos, y con la perspectiva de que en un futuro esta coyuntura se pueda cronificar, este instrumento basado en los datos puede indicar qué cantidad de agua exacta necesitan los cultivos en cada momento.
Con ello, los agricultores pueden ahorrar tanto en el consumo de agua como en el fertilizantes, según ha detallado el coordinador de este proyecto colaborativo, quien ha explicado que el uso de esta tecnología ayuda a aumentar la competitividad de las explotaciones.
Pero para poner en marcha todas estas herramientas también hace falta conocimiento, un punto en el que entran en juego las instituciones educativas y la propia capacidad de las empresas para generar información.
En España hay un millar de empresas tecnológicas en el sector de la agricultura
El presidente de la asociación defiende que se necesitan tanto «ingenieros técnicos» como «técnicos agrícolas» para explicar la importancia de que el agricultor también conozca las herramientas digitales que tiene a su disposición y cómo es su proceso de adaptación.
Y cada vez son más las universidades que ofrecen másteres y cursos orientados a una formación que combina los datos con el campo y que, además, cuenta, como en el caso de los ingenieros agrónomos, con un porcentaje muy alto de empleabilidad.
Ejemplo de ello es la puesta en marcha del Nanogrado Agroalimentario Sector Hortofrutícola 4.0, un proyecto de formación gratuito y online de Fepex junto a la Fundación Telefónica orientado a trabajadores del sector.
En su primera edición participaron más de 2.500 personas que se formaron en el uso de drones y sensores para una mayor digitalización de sus labores en el sector, confirma el secretario general de Fepex, José María Zalbidea.
Como en el caso de Dropia, el paso a una labor agrícola más digitalizada, acompañado de la formación, puede ayudar a enfrentar retos de futuro, como la sequía, con más precisión y previsión.
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