¿Cómo será el nuevo acuerdo China-EEUU?

28/02/2019
En: expansion.com
Digital
Se espera que China se comprometa a aumentar las compras de productos de EEUU y proteja la propiedad intelectual. Washington, por su parte, erradicaría la amenaza de un aumento de los aranceles. El anuncio de Donald Trump de un retraso en la fecha límite fijada para el aumento de aranceles a las importaciones chinas, mencionando un "importante progreso en las negociaciones con Pekín" el fin de semana, ha aumentado las expectativas de que se alcance un acuerdo que ponga fin a la guerra comercial. El presidente de EEUU declaró que las negociaciones están en una fase avanzada y que el desenlace se alcanzará en una nueva cumbre con el presidente chino Xi Jinping, en la residencia que tiene Trump en Mar-a-Lago, Florida. De cumplirse, ¿en qué consistiría el nuevo acuerdo? En las últimas semanas, las negociaciones entre el representante de Comercio de EEUU, Robert Lighthizer, y el viceprimer ministro de China, Liu He, se han ido perfilando y quedarán plasmadas en un documento vinculante. Aunque tampoco se descarta un fracaso a última hora, si se alcanza un acuerdo, seguramente incluirá los siguientes elementos: La compra de China de productos de EEUU Se espera que China se comprometa a aumentar las compras de productos de EEUU, empezando por el sector agrícola: semillas de soja, maíz, trigo, y carne de vacuno y aves. Trump siempre se ha quejado de la enorme brecha comercial entre EEUU y China, y las negociaciones pretenden reducir ese déficit. Dado que los agricultores del corazón de Estados Unidos son los más afectados por la guerra comercial de Trump con China por el impacto de las represalias del gigante asiático, ésta sería una excelente noticia para ellos. Sonny Perdue, secretario de Agricultura de EEUU, dijo el viernes que China se había comprometido a comprar 10 millones más de toneladas métricas de semillas de soja. Se espera que en el acuerdo se plasmen las cifras concretas de otros productos. Derechos de propiedad intelectual China tomará medidas para aumentar la protección de los derechos de propiedad intelectual de EEUU, tras las quejas de empresas estadounidenses según las cuales que China fomentaría el robo de secretos comerciales de EEUU. También se espera que China reduzca la transferencia forzosa de tecnología de empresas estadounidenses que operan en el país, que desde hace tiempo se considera fundamental para entrar con buen pie en el mercado chino. Estos asuntos llevaban tiempo pendientes de resolverse y constituyen la base de la guerra comercial. Sin embargo, no queda claro hasta dónde llegará China en este sentido para mitigar las preocupaciones de Estados Unidos. Estabilidad monetaria Se espera que China apueste por mantener la estabilidad del renminbi -para evitar que su moneda se devalúe frente al dólar, lo que lleva a sus exportadores a jugar con ventaja-. Durante años, los halcones comerciales de EEUU se han quejado de que Pekín manipula su moneda para mantenerla baja y han intentado que China cambie esta política. Sin embargo, Pekín ha insistido en que, si su moneda se devalúa se debe sencillamente a los movimientos de los mercados. Flexibilidad en la normativa Todo apunta a que China tomará medidas para que a las empresas extranjeras les resulte más fácil hacer negocios en el país, limitando las restricciones a la inversión internacional y haciendo que las empresas extranjeras obtengan autorización de los reguladores en sectores como la biotecnología. En los servicios financieros, la atención se centrará en si China permitirá operar a Visa y Mastercard, una aprobación pendiente desde hace tiempo. Los detalles de estos compromisos podrían ser fundamentales para garantizar el apoyo al acuerdo de la comunidad empresarial de EEUU. Subsidios industriales Uno de los aspectos más difíciles de las negociaciones ha sido la permanente defensa de China de los subsidios industriales y de las empresas estatales (SoEs) para fomentar su propio desarrollo. Aunque EEUU ha intentado que China reduzca los subsidios y el poder de las SoEs, no está claro hasta qué punto Pekín cederá en este aspecto. El motivo es que la estrategia económica e industrial del presidente Xi se vería afectada. En cualquier caso, se espera que el acuerdo introduzca algunas reformas. Suspensiones arancelarias Cualquier acuerdo erradicaría la amenaza de un aumento de los aranceles: esto es lo mínimo que persigue China en las negociaciones. Esto significa que la imposición de 200.000 millones de dólares a las importaciones chinas no aumentará del 10% al 25% como estaba previsto; tampoco impondrá EEUU otros 267.000 millones de dólares en aranceles a China, como había amenazado Trump. La cuestión fundamental es si los actuales aranceles, del 25% sobre 50.000 millones de dólares de productos chinos, y del 10% sobre otros 200.000 millones de productos, se eliminarán o se mantendrán. Aplicación del acuerdo Lighthizer, abogado especializado en Comercio, lleva tiempo insistiendo en incluir una disposición para garantizar que China mantiene sus compromisos, alegando que en el pasado prometió reformas que nunca ha llevado a cabo. Pero Lighthizer no es muy partidario del mecanismo de resolución de disputas de la OMC. Lo que ahora se negocia es formalizar una solución que reduzca o recupere los aranceles en función de que China respete o no el acuerdo. Tregua a las acusaciones Los negociadores de Estados Unidos y China han intentado eliminar de las conversaciones la acusación que pesa sobre el grupo chino de telecomunicaciones Huawei, y su director financiero, Meng Wanzhou, acusados de robar secretos comerciales y de violar las sanciones. Aunque este aspecto no se incluirá en un documento vinculante, Trump ha anunciado que es posible que el Departamento de Justicia (DoJ, por sus siglas en inglés) retire los cargos como parte del acuerdo comercial, a pesar de que esto afectaría a la independencia del DoJ. La decisión no sólo beneficiaría a Huawei: también al fabricante de microprocesadores Fujian Jinhua, que también tiene un asunto pendiente con la justicia en EEUU. Si el acuerdo se acaba ratificando, seguramente Trump lo anuncie como el mejor pacto comercial al que se ha llegado con China. Pero, por el momento, sin conocer los detalles de las promesas concretas de China y de cómo se mantendrán, es muy posible que el acuerdo termine siendo bastante limitado y no abra nuevos caminos a una relación económica más estrecha entre las dos potencias.
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