Las reservas de 50 hectómetros cúbicos de agua se van a destinar a 9.300 hectáreas de árboles frutales * El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia He escuchado que ahora igual vuelven a dar agua para regar en el Canal d'Urgell. A finales de abril, por primera vez en sus 161 años de historia, la Comunitat General de Regants , que abastece a 120.000 personas y a 70.000 hectáreas agrícolas en Lleida, cerró las compuertas de su canal principal. En aquel momento, mostré en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia cómo estaba por entonces el paisaje en la zona de Claravalls , en el Urgell. Ahora, dos meses después y antes de que les vuelvan a dar agua, este otro reportaje fotográfico da cuenta de cómo lo que antes era verde ahora está seco, segado. Recientemente, la asamblea general de Comunitat General de Regants dels Canals d'Urgell aprobó casi por unanimidad destinar las reservas de 50 hectómetros cúbicos de agua, que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha autorizado, para salvar la cosecha de los árboles frutales. Se trata de unas 9.300 hectáreas (principalmente manzana y pera), que, de este modo, podrán realizar cuatro turnos de riego. Aparte, una parte del agua se guardará de cara a la próxima campaña. El reportaje muestra una plantación de manzanas Fuji, de las que se verán beneficiadas por esta medida. Como se puede apreciar en las imágenes, bien podrían ser más grandes. Por el contrario, la medida "sacrifica" 13.000 hectáreas de cereal de verano y forraje, cultivos que no se pueden regar desde el cierre del Canal d'Urgell a finales de abril y por los que los agricultores podrán pedir ayudas, que oscilarán entre los 700 y 900 euros por hectárea, cifra que podría aumentar. Podemos ver también las peras. Hace dos meses eran pequeñas, muy pequeñas. Ahora han crecido, no sé si lo suficiente, pero ya tienen color y textura, como vemos en estas imágenes. En esta otra serie de fotografías podemos ver también un campo de nueces. Todavía está muy verde pero hay bastantes. Llama la atención los carteles que la propiedad pone para que no le roben el fruto que, de momento, aún está en los árboles. Claravalls perteneciente a Tàrrega, en la comarca de Urgell. Estos paisajes, con los campos de cultivo, tienen mucha historia detrás, pues el pueblo aparece documentado ya en 1099 en el acta de consagración de la iglesia de Santa Maria de Guissona. Las lluvias de las últimas semanas han aumentado las reservas de agua en el sistema Rialb-Oliana, que está al 25% de su capacidad con 120.000 hectómetros cúbicos. Es decir, más del doble que había a finales de abril cuando el Canal d'Urgell cerró el regadío solo un mes después de empezar la campaña de riego. Esta mejora en las reservas es lo que permitirá ahora regar los frutales, pero, en cambio, se mantiene el grifo cerrado para 6.000 hectáreas de cereal de verano y 7.000 de forraje, que necesitarían 120 hectómetros cúbicos de agua, unos 30 por turno, que las reservas actuales impiden satisfacer.