Deshacerse adecuadamente del aceite de cocina usado no es una tarea fácil . Si lo tiramos por el fregadero , podemos bloquear los desagües, provocar un problema en las tuberías y contaminar los recursos hídricos. Tirarlo a la basura tampoco es una opción, ya que causamos daño al medio ambiente . ¿Qué hacemos entonces? Reciclar el aceite de cocina usado le da a este un propósito productivo mucho después de salir de nuestra freidora -por ejemplo- y, en esta cultura actual de responsabilidad social, garantiza que estamos poniendo nuestro granito de arena para contribuir a un medio ambiente más sostenible y un futuro más saludable. Ante todo, debemos señalar que el proceso de reciclaje del aceite de cocina es diferente a los otros tipos de elementos que podemos reciclar (como plástico, cartón o vidrio). Pero no debemos preocuparnos; hay muchas iniciativas al respecto para poder reciclar el aceite sin dañar el medio ambiente y también podemos hacerlo nosotros mismos. Una vez que el aceite se ha sometido a los tratamientos adecuados, se convierte en un recurso valioso para muchas industrias diferentes . Puede servir de alimento para animales , ya que es un aditivo rico en calorías y energía (el aceite usado es un reemplazo habitual del maíz debido a que sus nutrientes actúan como una fuente alternativa de calorías; de hecho, estos nutrientes pueden contener 2,25 veces más energía que el maíz); también para crear biocombustible renovable , que ofrece una alternativa ecológica a los combustibles fósiles tradicionales o como oleoquímico, un componente necesario para muchos productos cotidianos, como jabón , pintura , maquillaje o detergente . Lo primero de todo es recordar que no podemos manipular el aceite cuando aún está caliente. Debemos esperar a que se enfríe antes de hacer nada con él. El aceite frío no solo es más seguro en términos de manipulación, sino que también es más fácil trabajar con él. Hay productos en el mercado como FryAway , que solidifican el aceite de cocina para que pueda eliminarse fácilmente sin contaminar el agua . En este caso, se trata de un polvo de origen vegetal que transforma el aceite líquido en un sólido que sí podríamos tirar fácilmente a la basura, reduciendo la contaminación del mismo. Este producto utiliza un ácido graso hidrogenado de origen vegetal para solidificar el aceite, lo que facilita no solo su eliminación, sino también la limpieza de las sartenes u ollas que hayamos utilizado para cocinar (el residuo resultante es fabuloso para la obtención de biodiésel). Otras empresas como SOUJI , ofrecen servicios de reciclaje del aceite de cocina, convirtiéndolo en detergente líquido . Su compuesto, nuevamente, evita una mala gestión de este residuo y fomenta la economía circular, permitiéndonos transformar el aceite de cocina usado de nuestro hogar en un detergente cremoso y que huele bien. Otra opción sería reutilizarlo en casa. Cuela el aceite con una gasa o filtro de café para eliminar las partículas de comida. Almacénalo en un recipiente hermético en el frigorífico, congelador u otro lugar fresco y oscuro. Eso sí; antes de usarlo, huele el aceite para comprobar que está en buenas condiciones. Posteriormente, podrás reutilizar el aceite para freír, saltear u hornear . Después de algunos usos (si estás usando el aceite para freír patatas, puedes reutilizarlo hasta ocho veces, si es carne o pescado, la mitad o menos), entonces tocará desechar el aceite de cocina como hemos comentado anteriormente. Cuanto más reciclemos, más contribuiremos a un medio ambiente natural más limpio, seguro y saludable. Reciclar adecuadamente el aceite de cocina usado tendrá un efecto positivo duradero en el medio ambiente al reducir las emisiones, reducir nuestra huella de carbono y ayudar a crear un futuro más sostenible. Tan solo 1 litro de aceite de cocina usado es capaz de contaminar hasta 1.000 litros de agua si lo desechamos indebidamente . Es por esto por lo que los 'puntos limpios' son nuestra mejor opción si queremos que sea tratado por especialistas sin contaminar el medio ambiente. Aunque es cierto que en determinadas áreas de nuestro país, principalmente rurales, es difícil acceder a 'puntos limpios', estos están cada vez más extendidos. El sistema para desecharlo en un punto limpio es, como decíamos más arriba, esperar a que se enfríe y después, (con la ayuda de un embudo es más fácil) almacenarlo en una botella de plástico, como una de agua. Después únicamente deberemos depositarlo en el lugar adecuado en estos centros de desechos y reciclaje (que siempre están bien señalizados). Así nos aseguraremos de que este producto tan contaminante no acabe en nuestros ríos o en nuestras tierras .