Tras un 2024 de alza en el precio de los fletes impulsados por la crisis del mar Rojo, los avisos arancelarios de Trump amenazan con generar una guerra comercial que podría dar un nuevo golpe a las navieras Pese a un ligero descenso en el último mes del año, el coste de exportar por vía marítima vivió en 2024 un ejercicio al alza. En un curso marcado por los cambios de rutas de las grandes navieras tras los ataques en el mar Rojo que ha disparado los beneficios de las navieras, balances como el que refleja el Valencia Containerised Freight Index (VCFI) -el índice creado por la Autoridad Portuaria de Valencia para reflejar la evolución de los fletes- cerró el curso en los 1.955,36 puntos, casi un 10 % más que el dato con el que arrancó el año (1.779,65). Un coste que de cara a este nuevo ejercicio mira de reojo a la evolución del contexto geopolítico mundial, sobre todo a los movimientos -desde los aranceles a la amenaza al Canal de Panamá- que se produzcan bajo la nueva presidencia de Estados Unidos en manos de Donald Trump. Año de subidas Así lo explica Vicente Pallardó, profesor de Economía Aplicada de la Universitat de València, quien destaca que en los últimos meses "se ha vuelto a producir un incremento de los fletes" que ha venido derivado de la "situación geopolítica". No en vano, en un momento en el que descarta que el comercio en Europa se esté elevando por el "crecimiento económico, ya que estamos estancados", Pallardó destaca que sí hay un factor a tener en cuenta a la hora de explicar el momento actual de los fletes. Y ese no es otro que el de "adelantarse a los aranceles" con los que amenaza Estados Unidos, algunos de los cuáles -con México o con Canadá- se han quedado finalmente en pausa para el próximo mes. "Ha habido un fuerte incremento del transporte marítimo para adelantarse a la imposición de aranceles. Y eso, quieras o no, tensa un poco la disponibilidad de buques, contenedores, etc., de la cadena de suministros en general", argumenta el experto, que cree que este hecho ligado a EE UU -sumado al contexto en Oriente Medio- ha podido provocar "efectos colaterales también en otras rutas", como es el caso de la que conecta puertos como el de València con Asia. Sobre qué sectores pueden haber sido los más perjudicados, Pallardó deja claro que mientras que "en situaciones extremas es quién genera más valor añadido o quién tiene una enorme presión de la demanda y puede pagar más" quién se apropia de la capacidad disponible, en casos de subidas más moderadas como el actual los más perjudicados "son los sectores más exportadores". Eso sí, reconoce que con la mejora logística de los últimos tiempos, "los costes del transportes ya no son un elemento tan diferencial para ser competitivo". Evolución futura Ahora bien, ¿qué realidad se presenta en 2025? Aunque el experto reconoce que la "incertidumbre siempre tiende a presionar al alza" los fletes, matiza que sí actualmente ya se han producido tantos intercambios preventivos ante la amenaza arancelaria , "en el futuro inmediato va a haber menos envíos y el impacto en el precio del flete va a ser a la baja". Pero con una alerta siempre presente. Y esa no es otra que la posibilidad de que se desate una guerra comercial como la que ya hubo en el primer mandato de Trump. Y es que, en palabras de Pallardó, este conflicto "penalizaría el comercio en un momento en el que se ha ampliado la capacidad de transporte tras las estrecheces de la pandemia", que provocó que en 2022 o 2023 "entraran en funcionamiento un contingente significativo de nuevos buques". De darse esta situación arancelaria, cree que el precio del flete "sería mejor para el exportador" pero no para unas navieras que "se podían ver abocadas a una situación no muy distinta a la que ocurrió hace 15 años, con alianzas masivas y generalizadas en el sector". Valenciaport saca músculo con el tráfico refrigerado Su gran conectividad internacional como principal pilar para seguir impulsando el tráfico refrigerado con el puerto de València. Esa es la bandera bajo la que se presentó Valenciaport la pasada semana en Berlín en la feria Fruit Logistica, el certamen de referencia para el sector hortofrutícola. Y es que, según defendió la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) durante el transcurso de la cita, las instalaciones del 'cap i casal' están "apostando por la logística" con el fin de atraer un mayor volumen de productos perecederos. Los mismos que son "un sector esencial para muchas industrias españolas", que utilizan la infraestructura valenciana para ese comercio. Según ya apuntó Levante-EMV hace pocos meses, el volumen de este tipo de transporte que pasa anualmente por los enclaves Valenciaport se ha disparado casi un 60 % en la última década. Tanto es así que entran y salen de media desde los muelles valencianos alrededor de tres millones de toneladas de pescados, carne o cítricos, entre otros. Una realidad explicada por las conexiones de Cosco, Maersk y MSC que tendrá un nuevo añadido con la nueva plataforma logística de frío que Medlog construye desde septiembre en la ZAL del puerto de València.