MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha mostrado su preocupación por las debilidades que padece el sector agrícola y ganadero, ya que afectan "negativamente" a la eficiencia del conjunto de la cadena agroalimentaria.
El organismo presidido por José María Marín Quemada ha publicado un informe sobre el proyecto de Real Decreto que regula el reconocimiento de las organizaciones de productores y sus asociaciones en determinados sectores agrarios, a solicitud del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Dicho proyecto pretende hacer frente a las debilidades del sector primario como su fragmentación, escala insuficiente y desequilibrio negociador, según señala la CNMC, que resalta que la regulación planteada debe limitar los posibles riesgos sobre la competencia.
La CNMC ha señalado que el sector de productores agrarios (agricultores y ganaderos) tiene como "principales debilidades su excesiva fragmentación, escala insuficiente y desequilibrios en el poder negociador".
La Unión Europea ha optado por hacer frente a esa situación a través del fomento de las Organizaciones de Productores (OP) y sus Asociaciones (AOP). Entre otras facultades, las OP y AOP "reconocidas" pueden acogerse a excepciones puntuales de determinados preceptos de la normativa de competencia. Por ejemplo, bajo determinados requisitos, podrían negociar los precios en nombre de todos sus miembros.
La CNMC comparte en su informe la preocupación por las debilidades que padece el sector, ya que afectan negativamente a la eficiencia del conjunto de la cadena agroalimentaria. No obstante, señala que "un relajo excesivo de las normas de competencia sería en exceso perjudicial tanto para productores como consumidores". Por ello, según indica, las excepciones a la normativa de competencia deben interpretarse siempre de "manera restrictiva".
De esta forma, Competencia recomienda en su informe plantear todas las modalidades posibles de OP y AOP, incluyendo otras formas de cooperación y gestión empresarial que pueden generar efectos positivos.
Además, aboga por mejorar la fundamentación de las medidas y analizar en profundidad el impacto sobre la competencia y sobre la economía española en su conjunto, y orientar el reconocimiento de las OP no solo al cumplimiento formal de los requisitos legales, sino a la obtención de eficiencias.
El organismo recomienda fijar unos umbrales de mínimos y máximos del número de miembros y de la producción, previo análisis en profundidad de cada sector, como condición imprescindible y que deberían establecerse en términos de cuota de mercado. Además, de incluir mecanismos de seguimiento y de evaluación ex post de las medidas.