Como es costumbre entre los hijos de los aristócratas europeos, el príncipe Christian de Dinamarca está disfrutando de su año sabático tras finalizar los estudios de Bachillerato y después de apoyar a la expedición paraolímpica de su país en París, ha puesto rumbo a África donde se convertirá en granjero por unos meses. Sigue así los pasos de su tío Joaquín, que estudió economía agrícola y durante años llevó el sobrenombre de príncipe agricultor.
El hijo de Federico X ha aterrizado en Tanzania junto a tres amigos del prestigioso internado Herlufsholm, según ha revelado el medio 'Ekstra Bladet'. Aunque por motivos de seguridad no se conoce el lugar exacto donde trabajará hasta diciembre el heredero danés, sí que ha trascendido la visita que ha hecho a la Reserva de Caza de Selous, un área protegida de 50.000 kilómetros cuadrados, Patrimonio de la Humanidad desde 1982 en la que viven leones, hipopótamos, rinocerontes negros, hienas, leopardos o cocodrilos.
En estos meses, el joven realizará tareas tanto prácticas como administrativas en dos granjas. Entre los problemas a los que tendrá que hacer frente en su día a día está el de tener que proteger al ganado de los grandes depredadores. En este sentido, aprenderá las claves para mantener el equilibrio entre el trabajo en la granja y la conservación de la naturaleza.
Conocer el mundo de manera inmersiva es una tradición familiar en la Corona danesa. Ya su abuela, la reina Margarita, hizo expediciones a África y Sudamérica durante los años sesenta, estudió Filosofía y Arqueología y participó en excavaciones en Egipto o Sudán, además de en Italia. Por su parte, su padre, Federico X, estuvo en Mongolia en 1986 trabajando con tribus nómadas. Unos años después, en 1989, también vivió la experiencia de cultivar la tierra en un viñedo de California.
Otros años sabáticos
Más recientemente, otros jóvenes de la aristocracia han vivido experiencias similares al finalizar el instituto. El ejemplo más cercano lo tenemos en Irene Urdangarín que este mismo año ha participado en un programa de voluntariado en Camboya ayudando a los más desfavorecidos. La hija menor de la infanta Cristina viajó a principios año a Battambang donde participó en la misión humanitaria del sacerdote Enrique Figaredo, que fundó en esta ciudad la ONG Sauce con el objetivo de ayudar a reconstruir el país asolado por las guerras, la dictadura y el genocidio de finales del siglo XX. Concretamente, desde la entidad se realizan labores de acogimiento, educación o atención a personas discapacitadas víctimas de las minas antipersonas, entre otras.
Irene cogió así el testigo de su hermano Juan Urdangarín que en 2018 eligió el mismo destino para su experiencia durante el año sabático que se tomó antes de comenzar sus estudios de Relaciones Internacionales en la Universidad de Essex, en Inglaterra.
Conocido en inglés como 'gap year', es un periodo dedicado al autoconocimiento para vivir nuevas experiencias y reflexionar sobre el futuro. Un tiempo destinado al crecimiento personal después del esfuerzo que supone el Bachillerato y antes de tomar la decisión sobre los estudios superiores. Amalia de Países Bajos hizo prácticas en Oranje Fonds y fue voluntaria en otras organizaciones de su país ya que la crisis sanitaria del coronavirus le impidió viajar como le habría gustado. Por su parte, su hermana Alexia sí que ha podido viajar durante el tiempo que ha parado para organizar sus planes de futuro.
Guillermo de Inglaterra estuvo en Islas Mauricio en 2001 trabajando en una granja mientras que su hermano Harry hizo lo propio en 2003, aunque en su caso fue en Australia, concretamente en una granja de ovejas. También pasó un tiempo en Lesoto, en África. Este voluntariado le sirvió para más tarde poner en marcha su propia organización benéfica en el país africano. Por su parte, Kate Middleton viajó a Florencia para ampliar sus conocimientos en arte e hizo un voluntariado en Chile.
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