Pekín responde en horas a la orden ejecutiva de Trump para incrementar los aranceles a las importaciones chinas, pasando del 10% al 20%
Actualizado
Martes, 4 marzo 2025 - 07:11
Apenas unas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmara una orden ejecutiva para incrementar los aranceles a las importaciones chinas, pasando del 10% al 20%, en Pekín, como ya habían advertido, han contratacado apuntando hacia la agricultura estadounidense.
Las autoridades chinas han sacado a pasear este martes sus represalias al nuevo movimiento de la guerra comercial de Trump: aumentos de entre el 10% y el 15% en los gravámenes a las importaciones que cubren una variedad de productos agrícolas y alimenticios estadounidenses, y colocando además a 25 empresas bajo restricciones de exportación e inversión.
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Redacción: LUCAS DE LA CAL (Corresponsal) Pekín
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El anuncio llegó después de la entrada en vigor del último golpe comercial de la administración Trump, que lo justificó, junto con los aranceles del 25% sobre los bienes importados de Canadá y México, asegurando que China no estaba tomando medidas para detener el flujo de fentanilo hacia territorio estadounidense.
Según el reciente anuncio del Ministerio de Comercio de China, las autoridades del gigante asiático ahora impondrán un arancel adicional del 15% al pollo, trigo, maíz y algodón de EEUU, y un impuesto adicional del 10% a las importaciones de soja, sorgo, cerdo, carne de res, productos acuáticos, frutas , verduras y productos lácteos.
"Las medidas arancelarias unilaterales de Estados Unidos violan gravemente las reglas de la Organización Mundial del Comercio y socavan la base de la cooperación económica y comercial entre China y EEUU", dijo el ministerio en un comunicado. "China salvaguardará firmemente sus derechos e intereses legítimos", añadió.
El país asiático es el mayor mercado para los productos agrícolas estadounidenses a pesar de una disminución de las importaciones desde 2018, cuando, en medio de la primera fase de la guerra comercial, Pekín lanzó varios aranceles de hasta el 25%. Mientras tanto, EEUU, después de Brasil, fue el segundo mayor proveedor de importaciones agrícolas de China el año pasado, con una participación del 12,8%.
A principios de febrero, cuando Washington introdujo su primera ronda de aranceles, estableciendo un impuesto del 10% sobre todas las importaciones chinas, Pekín respondió con un amplio paquete con aranceles punitivos del 10 al 15% a diversas importaciones estadounidenses, entre ellas el carbón, el petróleo crudo y la maquinaria agrícola.
La Casa Blanca, para justificar la nueva guerra comercial contra Pekín, argumentó que el régimen chino no ha implementado medidas suficientes para frenar el suministro de opioides sintéticos a Estados Unidos, lo que representa una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad nacional, la economía y la política exterior del país.
El fentanilo empezó hace una década a salir de China hacia EEUU. Entonces, se enviaba directamente por correo internacional. Cuando las autoridades de Pekín y Washington comenzaron a tomar medidas en 2019 para frenar este flujo regular, se abrió otra ruta alternativa. En lugar de enviar cargamentos de fentanilo final -en pastillas, píldoras y polvo- directamente a EEUU, los narcotraficantes internacionales y empresas chinas encontraron como intermediarios a los carteles mexicanos de Jalisco y Sinaloa.
Desde China salen ahora hacia México los precursores químicos indispensables para fabricar el fentanilo, y luego son los narcos quienes introducen la droga por la frontera con EEUU dentro de paquetes de comida o bolsas de juguetes.
Durante la etapa de Joe Biden en la Casa Blanca, el Gobierno estadounidense ha tratado de trabajar con las autoridades chinas para luchar contra el tráfico de fentanilo. Ha habido muchas presiones de Washington a Pekín para que se persiguiera a las empresas que envían a México los precursores químicos. El llamado Grupo de Trabajo Antinarcóticos entre Estados Unidos y China se puso en marcha el año pasado.