Aprovechar los recursos naturales y gestionarlos de forma sostenible es clave para el desarrollo y la prosperidad de las zonas rurales. Las cuatro iniciativas que se vieron en la presentación de Proyectos de Bioeconomía Forestal en Aragón 2024-2025, entre las que destaca Biopirineo, de la Fundación Ecodes, dieron buena cuenta de ello.
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"Estamos librando una guerra suicida contra la naturaleza . Nuestra economía crece a costa de ella y estos proyectos nos ayudan a visibilizar que debemos hacer todo lo contrario. No solo porque impulsan la recuperación de los territorios rurales, sino porque en el futuro aquellos que tengan estos recursos van a ser los más ricos". Con estas palabras, Víctor Viñuales, director ejecutivo de Ecodes, inauguró el pasado martes el seminario de Proyectos de Bioeconomía Forestal en Aragón 2024-2025, celebrado en el Edificio Pignatelli de Zaragoza.
La cita, presentada por la directora de Diario de Alto Aragón, Elena Puértolas, pretendía dar a conocer cuatro iniciativas aragonesas en esta materia - Biopirineo, BEEP, Fungiverso y Mosqueruela-BIOFOR -, beneficiadas en la última convocatoria de bioeconomía forestal de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU. La mesa inaugural contó también con la presencia Elena Pita, directora de la Fundación Biodiversidad, Paco Boya, secretario general para el Reto Demográfico, e Ignacio Pérez-Soba, director del Servicio Provincial de Medio Ambiente y Turismo de Zaragoza.
"El mapa forestal de España coincide con bastante exactitud con la España despoblada y la bioeconomía es un revulsivo para estas zonas"
El secretario de Reto Demográfico recordó que la bioeconomía es una de las claves de reactivación del medio rural : "El mapa forestal de España coincide con bastante exactitud con la España despoblada y la bioeconomía es un revulsivo para estas zonas, especialmente en las de montaña, además de una de las palancas para mitigar el cambio climático". También remarcó la vocación de continuidad de esta línea de acción y quiso dar esperanza a los pueblos del medio rural de la España interior. " Debemos hacer que los bosques sean resilientes. Nos enfrentamos a la amenaza de los incendios forestales, que requieren de una buena gestión, por lo que jornadas como esta, en las que se exponen ideas sostenibles y que tienen un beneficio evidente en la zona y en el medioambiente, son un acierto", añadió.
Los participantes de la mesa redonda, en un momento de la jornada.
Fundación Ecodes
Por su parte, Elena Pita destacó lo novedoso e innovador de los proyectos presentados, "que consiguen poner en valor los recursos naturales como fuente de desarrollo y de prosperidad . Es interesante ver ejemplos concretos de cómo realmente la bioeconomía puede impulsar el desarrollo en los entornos rurales. En el caso de Biopirineo, por ejemplo, este reúne muchos de los factores que estaban presentes en la convocatoria, como la agrupación y participación de distintos agentes, la creación de empleo, la capacitación de la población local y la puesta en valor de los recursos naturales y servicios ecosistémicos, sin olvidar la conservación y restauración".
Junto a Biopirineo , que busca promover la economía del Pirineo aragonés, se presentaron BEEP , impulsado por la Diputación de Huesca para reforzar el pastoralismo de los Pirineos a través de la economía forestal; Fungiverso , desarrollado por el CITA para lograr una gestión sostenible de la biodiversidad fúngica a través de la creación de parques micológicos; y Mosqueruela-BIOFOR, cuyo objetivo es convertir la gestión forestal en la actividad tractora del desarrollo local en el municipio turolense.
Biopirineo: un modelo a seguir desde los Valles Occidentales
Biopirineo es un proyecto liderado por Ecodes junto con el Instituto Pirenaico de Ecología, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y Ecounión que busca impulsar y poner en valor la economía del Pirineo aragonés, a través de diversas actividades económicas y sostenibles en el sector forestal, ganadero y turístico. Pablo Pevidal, director del proyecto, explicó durante el seminario que "existe una disgregación entre la naturaleza y la economía. Con este proyecto pretendemos demostrar que la reconexión de ambas es posible".
Su territorio de actuación son los Valles Occidentales y su periferia , implicando a los municipios de Aísa, Borau, Jasa, Aragüés del Puerto, Fago, Villa de Ansó y Hecho. El objetivo es replicar y transferir los conocimientos a otros territorios de montaña. Sus actuaciones se articulan en torno a cinco pilares: la gestión ganadera, la gestión forestal, los cultivos alternativos, el turismo sostenible y la biodiversidad. Así, contemplan medidas como la ordenación de pastos, la identificación de productos maderables, la desestacionalización del turismo o la introducción de nuevas especies viables que revitalicen la agricultura de la zona. Además, pretenden impulsar el pago por servicios ecosistémicos y forestales, o lo que es lo mismo, ayudar al mundo rural a conservar sus recursos con la implantación de un sistema que sea viable a nivel técnico y económico.
Biopirineo pretende impulsar el pago por servicios ecosistémicos y forestales: ayudar al mundo rural a conservar sus recursos con un sistema viable a nivel técnico y económico
"Por diferentes motivos, hay cierto abandono de los montes, pero ha llegado el momento de no dejar de lado el territorio y trabajar con responsabilidad para que sus recursos naturales generen actividad económica, trabajo y, por tanto, población. Es la oportunidad de darle la vuelta a la situación de reto demográfico que hay en Aragón y en todo el país. Todos estos proyectos nos dan la oportunidad de convertirlo en una realidad", concluyó Pevidal.
La gestión forestal, a debate
Tras la presentación de los proyectos beneficiados, la jornada continuó con la mesa redonda 'Gestión forestal integral y sostenible para el desarrollo rural, pueblos vivos', que contó con la participación de Francisco Gómez, jefe de la unidad de Gestión Forestal del Servicio Provincial de Medio Ambiente y Turismo de Huesca del Gobierno de Aragón; Fermín Olabe, responsable de la Dirección del Servicio Forestal y Gestión Cinegética del Gobierno de Navarra; Marta Corella, coordinadora ejecutiva de proyectos de Bioeconomía y Desarrollo Rural de Copade; y Eduardo Rojas, presidente de PEFC Internacional.
Los cuatro expertos debatieron sobre los retos y oportunidades de un sector que, en palabras de Gómez, "en Aragón no ha dejado de funcionar. El entorno socioeconómico ha cambiado y las inversiones han ido descendiendo, además de que la pérdida de población de las zonas rurales ha llevado a un cambio de usos agroforestales. Pero la gestión forestal no se ha dejado de hacer". Recordó también que la protección de espacios naturales no es incompatible a esta cuestión y que, en ocasiones, se ha dejado de lado por principios conservacionistas.
"Los pueblos forestales viven una situación dramática, porque son ricos y están en una indigencia económica perversa"
El responsable navarro, por su parte, puso en valor la figura de los secretarios municipales como agentes que favorecen esta bioeconomía y señaló que, en muchas ocasiones, es la burocracia y el cambio de normativas lo que dificulta la gestión. Se puso de relieve en el debate que el sector maderero es mucho más estable en la comunidad vecina que en Aragón, donde faltan recursos empresariales, tanto en lo relativo a la saca como a la transformación de esta.
Desde Copade, Corella reivindicó que "la madera es el material del siglo XXI" . Por ello, "tenemos la responsabilidad de gestionar los bosques a través de las comunidades rurales. Los pueblos forestales viven una situación dramática, porque son ricos y están en una indigencia económica perversa". Señaló también que hay que "aprender el idioma del planeta" y defendió la silvicultura, así como el papel de los consistorios rurales. "Si las competencias son autonómicas, tienen que exigir fondos para la gestión. En muchos ayuntamientos de montaña, las montañas están secuestradas en un catálogo de montes públicos y no se puede trabajar en ellos". E hizo hincapié en la defensa del mundo rural: "Hay que trabajar para que la sociedad entienda que los bosques son necesarios y los pueblos sus custodios".
Biopirineo se desarrolla en los Valles Occidentales.
Fundación Ecodes
Al respecto, el presidente de PEFC señaló la importancia acabar con los minifundios, tanto contractuales como de propiedad, y contar con institutos de montaña, "donde formar líderes que sean tractores del aprovechamiento de los recursos del medio rural". También recordó la importancia de generar proyectos económicamente sostenibles en el tiempo.
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