La Junta denuncia un trasvase de fondos a otros territorios con la aplicación del nuevo modelo, que limita los beneficios de las grandes explotaciones. El ministerio defiende que es imposible hacer un cálculo por comunidades El reparto de la nueva política agraria común (PAC) se cerró el año pasado con una larga negociación en la que el Gobierno central cedió ante algunas reclamaciones de los territorios y las organizaciones agrarias. Sin embargo, el modelo, que aplicará políticas ambientales de la UE y premiará a las pequeñas y medianas explotaciones entre 2023 y 2027, fue mejor recibido por unas comunidades que por otras . En las últimas semanas, se han puesto en marcha los primeros anticipos y Andalucía, que ha estado en pie de guerra contra el ministerio durante los últimos años, insiste en su tesis: el dinero que antes llegaba a sus agricultores está yendo a parar a otras partes de España. La comunidad más poblada de España estima en 500 millones las pérdidas para el campo andaluz respecto al reparto de años anteriores. Un dinero que, según los cálculos de la Consejería de Agricultura, beneficiará a otras regiones. La principal señalada es Castilla-La Mancha , que espera recibir 250 millones de euros adicionales, la mitad de lo que perdería Andalucía durante el próximo lustro. El propio presidente autonómico, Emiliano García-Page, celebraba tras el cierre de la negociación el plus para la región, "a diferencia del anterior modelo negociado por el PP". "Es un agravio", trasladan fuentes de la Junta de Andalucía, que apuntan a que la región más beneficiada "casualmente" está gobernada por el PSOE y es uno de los bastiones del voto socialista. Además, recuerdan que, con base en las previsiones de los gobiernos autonómicos, habría otras zonas beneficiadas como el frente cantábrico y Baleares. "Veníamos denunciando que otras comunidades no podían ganar presupuesto a costa de Andalucía", añaden. El Ministerio de Agricultura recuerda que el plan fue negociado con todas las partes y defiende que aún es imposible hacer un cálculo exacto de cuánto llegará a cada región. Las comunidades autónomas han iniciado en el último mes los primeros anticipos, pero esos adelantos varían en función a cada territorio: algunas comunidades están pagando el 70% y otras un porcentaje menor. Según explican desde el ministerio, las comparaciones entre regiones son imprecisas, al menos hasta el próximo 30 de junio, cuando finalizará el plazo de entrega de todas las ayudas. La nueva PAC premia el compromiso medioambiental y a pequeños y medianos propietarios Sin embargo, desde el campo andaluz apuntan que las previsiones se están constatando en estas primeras semanas, en las que grupos de agricultores han visto reducida su subvención respecto a los anticipos del año anterior. "Ya estamos viendo que Andalucía se ve perjudicada por un criterio político. Se ha querido primar a agricultores de otras zonas", sentencian desde la patronal agraria Asaja, que llegó a nombrar al ministro Luis Planas persona non grata en su provincia, Córdoba . La versión de Asaja, compartida con la Junta, es que la nueva PAC reparte esos 500 millones entre otras comunidades menos productivas: "Son vasos comunicantes: si quitas de un lado, pasa a otro". Entre otras novedades, el nuevo modelo reduce las regiones productivas de 50 a 20, lo que ha llevado a algunas comarcas andaluzas a verse englobadas con otras zonas a priori menos provechosas. La versión compartida por la patronal y el Gobierno andaluz es que, con este sistema, provincias como Sevilla se verían perjudicadas. Para este periodo, los cultivos de secano de la Campiña o la Vega se integrarán en el reparto junto a zonas "menos productivas" de Aragón, Castilla-La Mancha o Castilla y León. Solo en la provincia de Sevilla, se estiman pérdidas de un 23% respecto al anterior modelo, según las estimaciones de la Junta. "En esa nueva región se produce un trasvase de fondos y ya estamos viendo cómo los agricultores sevillanos pasan a recibir mucho menos por hectárea", expone el secretario general de Asaja en Sevilla, Eduardo Martín. Otras organizaciones agrarias piden paciencia a la hora de valorar la aplicación del modelo, aunque todas pelearon por evitar el agravio a Andalucía. "Si territorios como Baleares, Castilla-La Mancha o la cornisa cantábrica salen ganando, ¿de quién van a comer? Pues de Andalucía", añaden desde la patronal andaluza. Las disminuciones estimadas para los terrenos de secano andaluces rondan el 26% y para los cultivos de regadío , un 32%. El ministerio no dispone de una previsión sobre cuántos fondos irán a parar a cada territorio y pone en cuarentena esas previsiones, aunque sí ha constatado que Andalucía vuelve a ser la comunidad autónoma que más solicitudes ha presentado para la nueva PAC: 219.523, un 3,3% menos respecto al año anterior. Son varios criterios los que han entrado en vigor y podrían determinan el reparto. En primer lugar, el nuevo modelo limita los beneficios de los grandes propietarios: nadie podrá recibir más de 200.000 euros y a partir de 60.000 euros se aplicará una regresividad que reducirá las aportaciones en función del tamaño de la explotación; además, hay medidas para redistribuir las ayudas hacia los agricultores con menos hectáreas. Para evitar que se desincentive el empleo, los agricultores podrán descontar los costes salariales y laborales. "La intención es ayudar más a los más pequeños", apuntan desde el ministerio. Otra de las novedades son los eco-regímenes , una nueva figura que busca remunerar las prácticas agrícolas y ganaderas beneficiosas para el clima y el medio ambiente. Los productores pueden acogerse a ellos de forma voluntaria y en Andalucía las solicitudes están por encima de la media: hasta un 85% de los agricultores y ganaderos andaluces se ha acogido a alguno de los nueve eco-regímenes , según los datos facilitados por el ministerio. Son 10 puntos más que la media española. En la nueva PAC, también se ha incrementado el presupuesto de ayudas asociadas, especialmente para los sectores ganaderos, como el vacuno de leche, ovino y caprino. Además, se ha incluido una importante ayuda asociada para el olivar tradicional , que beneficia especialmente a Andalucía. Desde el ministerio, también recuerdan que se han mantenido los criterios de reparto de los fondos de desarrollo rural (Feader) "sin penalizar la baja ejecución que tiene Andalucía en el periodo 2014-2020". El Gobierno central defiende que, más allá de la competencia entre territorios, el nuevo modelo es "más justo, más social y más sostenible". El reparto de la nueva política agraria común (PAC) se cerró el año pasado con una larga negociación en la que el Gobierno central cedió ante algunas reclamaciones de los territorios y las organizaciones agrarias. Sin embargo, el modelo, que aplicará políticas ambientales de la UE y premiará a las pequeñas y medianas explotaciones entre 2023 y 2027, fue mejor recibido por unas comunidades que por otras . En las últimas semanas, se han puesto en marcha los primeros anticipos y Andalucía, que ha estado en pie de guerra contra el ministerio durante los últimos años, insiste en su tesis: el dinero que antes llegaba a sus agricultores está yendo a parar a otras partes de España.