Coinciden en señalar la carestía de alojamiento como una de las dificultades para asentar población y piden más apoyo público y privado.
Una casa en venta en la plaza de la Obra de Used.
Macipe
Independientemente del tamaño, ubicación y actividad económica predominante, los municipios aragoneses de las zonas rurales carecen de una oferta suficiente de alojamiento para asentar población . Por norma general, el limitado parque público de vivienda en régimen de alquiler que ya existe en la actualidad se encuentra al completo, mientras que los inmuebles privados sin uso o bien no están en condiciones de ser arrendados o sus propietarios suelen recelar de su cesión temporal y reclaman directamente su venta. Ante esta situación, alcaldes de Aragón reclaman más apoyo público y privado para cubrir una necesidad "esencial", pero también atender servicios básicos, como la sanidad.
"Es un problema recurrente. Aquí, a través de un sondeo, hemos recogido la demanda que habría: 180 personas en invierno y 140 en verano. Personas que querrían vivir aquí porque están trabajando en la zona y no pueden" , indica Jesús Gericó, alcalde de Sallent de Gállego (1.500 habitantes). En su caso, situados en el epicentro del negocio del esquí, el regidor reconoce que "hay que buscar un equilibrio entre tener un alquiler razonable y quien, lógicamente, quiere obtener un mayor rendimiento con un alquiler turístico". El programa Más vivienda de la DGA pretende levantar 60 alojamientos para empleados del entorno en una parcela municipal.
Gericó valora que esta vía es la única para poder levantar un proyecto así porque es "inviable" que el Consistorio lo hiciera en solitario y subraya que hay una cooperativa que se ha lanzado a levantar un proyecto en solitario. También destaca que el actual Ejecutivo autonómico "ha entendido" la situación y lo contrapone con lo ocurrido hasta 2023: "Los bancos y la DGA miraron para otro lado". Así, reconoce que es una vía para «mitigar» la carestía de oferta de residencia habitual y destaca que otras medidas, como el punto de atención médica continuada de Escarrilla, son "fundamentales".
En la trascendencia de unos servicios básicos coincide a su vez Daniel Úbeda, alcalde de Albarracín (1.015 empadronados), que incide en que "las personas buscan tener escuela infantil donde llevar a sus hijos, que haya médico y hasta tener gimnasio y otras opciones". Como presidente de la comarca, apunta que contar con buena cobertura de telefonía e internet también ayuda para que haya interés por asentarse en la zona. Como en el caso de Sallent, esta localidad turolense también recibirá respaldo del Gobierno autonómico para habilitar viviendas: un total de 12.
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"No somos Ibiza, pero si hubiera más vivienda de alquiler estaría mejor. Porque es un problema recurrente y necesitaríamos que siguiera habiendo iniciativas así hasta cubrir la necesidad que hay" , reconoce Úbeda. Desde el Consistorio han impulsado también la rehabilitación de otros inmuebles para ofertar 8 alojamientos más. "Las casas de quien viene 15 días al año no se alquilan y no hay vacías para alquilar. Una alternativa podría ser crear una bolsa de vivienda para alquiler estable en la que se incentive a los propietarios", plantea.
Venta, sí; alquiler, no
En el Campo de Daroca, la localidad de Used (269 habitantes) puso en marcha hace cuatro años un espacio en su página web para que los dueños difundieran sus ofertas de alquiler o venta de casas, terrenos o granjas. "Ha sido un éxito, se han vendido muchas casas y ha habido mucho movimiento", reconoce su primer edil, Fernando Sánchez. Sin embargo, subraya que para arrendar "no ha habido ninguno".
"Ahora no hay vivienda ni para quienes trabajan en los balnearios, ni en la empresa Zalux ni para médicos y maestros", reconoce Pilar Marco, alcaldesa de Alhama de Aragón (925 censados). En este municipio "las casas que estaban más majas han acabado en alquiler turístico". En Épila (4.494 habitantes), su regidor, Jesús Bazán, asume que cuentan con "poco suelo público" y reclama que haya apoyo a promotores privados, ante las dificultades con las entidades financieras.
Pilar Marco, alcaldesa de Alhama de Aragón, en el puente que parte en dos la localidad.
JMACIPE
Desde Nuévalos (317 vecinos), Manuel Peiró calcula que habrá entre 8 y 10 viviendas en alquiler y que "todas se van ocupando según se quedan libres". Así, en su horizonte a medio plazo está acondicionar una casa para arrendar. "No hay muchas disponibles, y hacen falta para que la gente se pueda quedar", indica.
Plataformas como Pueblos Vivos, que agrupa a distintas asociaciones de desarrollo rural de zonas como Cinco Villas, Somontano, Jacetania, Belchite, Daroca, Maestrazgo y Albarracín, entre otras, ha puesto en marcha la campaña 'En tu pueblo el alquiler es vida'. Así, recuerdan que tanto jóvenes como trabajadores de zonas rurales buscan vivienda sin éxito. "La oferta de vivienda es muy escasa y es una dificultad importante para que se establezca", insisten.
En Pueblos Vivos han puesto en marcha una web y ofrecen a quienes tengan casas vacías o en desuso a promocionarlas, facilitar modelos de contrato, información sobre ayudas a la rehabilitación.
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