Contenido patrocinado
Agrivoltaica para armonizar los usos tradicionales del suelo rústico con la transición energética
Agrivoltaica es la unión de energía solar y agricultura, una palabra que por sí sola describe el objetivo de este concepto
En las instalaciones se han plantado diversos tipos de plantas La Razón (Custom Credit)
Última actualización.
27-09-2021 | 09:16 H
Berenjenas, ñoras, alcachofas, brócoli, alfalfa, plantas aromáticas o forrajeras para alimento de ganado. Todas ellas pueden crecer en cultivos tradicionales, bajo plástico o a cielo abierto. Pero también en convivencia con plantas fotovoltaicas, de tal manera que el suelo renovable recupera su uso agrícola.
Ese es el objetivo de los proyectos agrivoltaicos que Endesa está desarrollando en sus plantas fovoltaicas de Valdecaballeros y Augusto, en Extremadura, Totana, en Murcia, y Las Corchas, en Andalucía.
Equipos de expertos han realizado procesos de evaluación de la viabilidad agronómica de los emplazamientos previstos FOTO: La Razón (Custom Credit)
Agrivoltaica es la unión de energía solar y agricultura, una palabra que por sí sola describe el objetivo de este concepto que es utilizar gran parte del terreno en el que se instala una planta fotovoltaica, para uso agrícola, la preservación de la biodiversidad y la creación de valor compartido con las comunidades locales.
Gracias a la agrivoltaica la expansión de la energía renovable en los suelos rústicos de diferentes territorios, además de la necesaria transición energética, ofrece la posibilidad de poner en marcha experiencias pioneras que permiten la continuidad de los usos y ocupaciones tradicionales. Adicionalmente, esta forma de actuar basada en no competir sino en compartir por el uso del suelo, supone no solo una mejora de la huella ambiental de las instalaciones, sino que además aportan progreso social que beneficia directamente a las personas de estos territorios potenciando la sostenibilidad a largo plazo de los proyectos.
Para desarrollarlos, equipos de expertos han realizado procesos de evaluación de la viabilidad agronómica de los emplazamientos previstos. Con ello se recopila toda la información necesaria para asegurar la correcta selección de las actividades específicas para cada proyecto. Factores como las condiciones del lugar, los recursos hídricos, cultivos tradicionales de la zona, el posible interés de agricultores y/o pastores interesados en aprovechar esas parcelas, cooperativas locales, etc. Además de analizar el impacto de cualquiera de estas actividades agrivoltaicas en la operación y mantenimiento de las plantas.
Endesa está promoviendo con pastores locales que las ovejas, pastando entre esos terrenos, realicen un desbroce natural de las plantas silvestres. FOTO: La Razón (Custom Credit)
Tal como explica Roberto Andrés, responsable de Innovación medioambiental de Endesa, «los proyectos agrivoltaicos en los que estamos trabajando tienen dos objetivos. Por una parte, el mantenimiento o recuperación de las actividades agrícolas o ganaderas en los emplazamientos de las plantas fotovoltaicas ya instaladas o donde esté prevista su instalación. El otro se centra, en igualdad de importancia, en la recuperación, promoción o mejora de los ecosistemas y hábitats locales, con el esfuerzo puesto en la recuperación del suelo, así como en las especies protegidas o vitales para su mantenimiento o para la mejora de los cultivos, como las especies polinizadoras».
Para llevar a cabo estas acciones, además de con las comunidades locales, Endesa ha establecido alianzas con centros tecnológicos especializados en agricultura tanto en Murcia como en Extremadura.
En el caso de Extremadura, para las plantas Augusto y Valdecaballeros, en la provincia de Badajoz, Endesa y el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura, (CTAEX), han plantado en varias etapas de este año diferentes cultivos. En Valdecaballeros, se han centrado en plantas aromáticas y medicinales para uso doméstico y alimentario, -como salvia, orégano, romero, lavanda o cilantro-, y en cultivos de pradera prolifita para aprovechamiento animal.
En Augusto, se han aplicado los cultivos hortícolas: berenjena, brécol, coliflor o calabacín. Pero también se han puesto especies leguminosas, como la alfalfa, para fomentar la biodiversidad.
Corredor ecológico en Totana
En el caso de esta planta, se han destinado ocho hectáreas de esta instalación para crear un hábitat protegido para diferentes especies.
En el ámbito agrícola el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario, ha sido el encargado de analizar la tipología de especies susceptibles de ser plantadas. Lo que se ha traducido en la plantación de especies hortícolas, como pimiento rojo, brécol; así como pitaya y tomillo.
Además, en esta planta, que está en funcionamiento desde 2019, se ha dispuesto un corredor ecológico en el que se está creando un hábitat protegido para más de 25 especies . Así, en seis hectáreas de la superficie de esta infraestructura se han plantado 15.000 plantas y que sirven como refugio de aves, mientras que en otras dos hectáreas, una parte se ha destinado a barbecho y otra a cultivos rotatorios de trigo y alfalfa, que sirven como alimento para las aves.
Esta iniciativa pionera de Endesa parece que está teniendo éxito, ya que desde que está en marcha los pajareros de la zona ya han podido avistar diversas especies de aves autóctonas, como cogojudas comunes y urracas. Y no solo esas: las tórtolas comunes, cuya población se ha visto disminuida hasta un 40 por ciento en los últimos 30 años, por lo que actualmente está catalogada como especie vulnerable en la lista roja de aves, tanto europea como mundial.
Otra especies amenazadas avistadas en la zona son los alcaravanes, los cernícalos primillas y las gangas ortega. Las tres, declaradas de interés comunitario en la Directiva Europea de Aves, -que incluye las especies cuyos hábitats han de ser objeto de medidas de conservación- han encontrado refugio en la planta de Totana.
La efectividad de las medidas tomadas en este corredor ecológico creado en esta planta, ha impulsado a Endesa a plantearse replicar este mismo planteamiento en otras instalaciones renovables de la compañía.
Protección de aves en Extremadura
La planta de Valdecaballeros, situada en Casas de don Pedro, en Badajoz, además del proyecto agrícola, acoge otro no menos interesante desde el punto de vista de la protección de la biodiversidad.
Las aves, grandes beneficiadas por estas iniciativas FOTO: La Razón (Custom Credit)
Consiste en la instalación de infraestructuras que permitan la cría campestre de aguiluchos cenizos, una especie considerada vulnerable. Estas aves sitúan sus nidos se encuentran en el suelo de los cultivos cerealistas y, por ello, durante los periodos de cosechase ven afectados por la maquinaria utilizada en estas labores. Para esta actuación Endesa ha contado con la colaboración de la asociación AMUS (Acción para el Mundo Salvaje) que tiene gran experiencia en esta rapaz esteparia. Una vez que los pollos, que habrán sido criados en semilibertad, pasen un periodo de adaptación, serán liberados al medio natural.
Este proyecto forma parte de un plan de protección de aves en el entorno de instalaciones renovables que Endesa, -a través de su filial renovable, Enel Green Power España-, está llevando a cabo en Extremadura. Además de con la Asociación AMUS, cuenta con la colaboración y asesoramiento técnico de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura y la Asociación AMUS (Acción por el Mundo Salvaje), con el asesoramiento Técnico del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico
Se trata en este caso del marcaje con radiotransmisores de cuatro ejemplares de dos especies amenazadas: tres águilas culebreras, ( Circaetus gallicus ), y un milano real ( Milvus milvus ). Se da la circunstancia que las águilas culebreras son los primeros ejemplares que se marcan de este ave que realiza una migración transahariana. Todos ellos han sido recuperados en los Centros de Recuperación de Fauna de Extremadura, tanto el Centro los Hornos, situado en Sierra de Fuentes, como el de AMUS situado en Villafranca de los Barros.
Tras su proceso de recuperación y marcaje, las aves se han devuelto al medio natural, liberándolas en el que se ha realizado en entorno de la Planta Solar Quijote, en Logrosán, donde se han ejecutado varias mejoras de hábitats relacionadas con la conservación de ambas especies.
El marcaje con radiotransmisores permitirá comprobar que, efectivamente, las aves se han recuperado adecuadamente en su paso por los centros de recuperación de fauna; así como el estudio del uso espacial de estas importantes especies, una de ella catalogada en peligro de extinción, y conocer sus territorios de reproducción, y la problemática de conservación que pudieran sufrir, como electrocución, disparos, etc.
Las aves, grandes beneficiadas FOTO: La Razón (Custom Credit)
El radiomarcaje hace posible estos estudios, financiados por Enel Green Power España ha financiado y ejecutados por los técnicos del MITERD, que, a su vez, contribuyen a la investigación y a la gestión de conservación de las especies amenazadas en aquellos territorios donde implanta sus proyectos de energías renovables.
Más proyectos
El próximo desarrollo agrivoltaico previsto será en la planta sevillana de Carmona, que así se convertirá en la cuarta en la que convivirán placas y cultivos.
Asimismo, para todas esta instalaciones, las tres comunidades locales donde se asientan las plantas de Totana, Carmona y provincia de Badajoz Extremadura, apoyan las sinergias que Endesa está promoviendo con pastores locales para que las ovejas, pastando entre esos terrenos, realicen un desbroce natural de las plantas silvestres.
Con todas estas iniciativas Endesa se alinea con el Pacto Verde Europeo que establece una hoja de ruta clara para lograr la neutralidad climática en 2050. Este Pacto europeo está unido a políticas agrícolas que permiten la adaptación del sector primario al contexto actual. De ahí la política innovadora de Endesa en materia de sostenibilidad que permite compartir la innovación con la tradición.
Un proyecto de LR Content
Archivado en: