El consejero, Francisco Martínez Arroyo, cree que hay que flexibilizar las ayudas por esta situación en la región, que tiene sólo 2.268 hectómetros cúbicos de agua embalsada, un 4% menos que en 2022 y un 12% menos que en los diez últimos años La sequía empieza a ser una seria amenaza para Castilla-La Mancha Las consecuencias de la prolongada sequía está comenzando a afectar a Castilla-La Mancha. De hecho, etimológicamente, la segunda parte de su nombre proviene de la lengua árabe y significa «tierra seca». Este año, con más razón, pues en estos momentos hay tan sólo 2.268 hectómetros cúbicos de agua embalsada en la región, un 4% menos que en 2022 y un 12% menos que en los diez últimos años. Estos son los datos que ha ofrecido este jueves el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo , en una rueda de prensa posterior a una reunión que ha mantenido con organizaciones agrarias (Asaja, COAG y UPA) y Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, de la que han salido una serie de medidas para intentar paliar los daños provocados por la sequía. La mesa de la sequía se reúne este miércoles para hacer un análisis de situación y estudiar medidas para paliar su efecto Entre las cuestiones más destacadas dentro del Plan de Sequía de Castilla-La Mancha , como lo ha denominado Martínez Arroyo, ha destacado la flexibilización de las ayudas para el sector, algo que se incluirá en una orden que la Consejería de Agricultura publicará en el mes de mayo. El objetivo, según ha explicado, es «poder seguir adelante con las cosechas y cobrar todas las ayudas, pese a las pérdidas que pueda haber». En segundo lugar, ha resaltado una nueva ayuda «inmediata» de 30 millones de euros para agricultores y ganaderos de explotaciones familiares que podrán solicitar antes de que acabe el plazo de solicitud de la PAC (Política Agraria Común), el próximo 31 de mayo. El consejero ha concretado que son 100 euros por hectárea «para compensar los daños de la sequía». Y, por último, ha anunciado otra ayuda directa para cultivos leñosos (olivar, almendro, pistacho, albaricoquero, etc.) que se publicará en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha «antes de verano». Una subvención que asciende a 16 millones de euros, que se incluyen dentro del Programa de Desarrollo Rural y que servirán para replantar los árboles afectados por esta situación. Martínez Arroyo ha contado que la semana pasada escribió al ministro de Agricultura, Luis Planas, para solicitar ayudas del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) para los cultivos herbáceos de secano. Además, le pidió la reducción de los módulos en la Declaración de la Renta de 2024 para los agricultores perjudicados por la sequía, así como la flexibilización de los requisitos para recibir las subvenciones. Una posición que el consejero castellanomanchego de Agricultura llevó a la mesa sectorial celebrada la pasada semana en Madrid con el resto de comunidades autónomas, que apoyaron esas propuestas. «No hemos querido esperar más y ser los primeros en Castilla-La Mancha», ha concluido.