A pesar de que la reciente ola inflacionaria parece haberse posado ya sobre la orilla y los precios estarían entrado en una senda de cierta moderación - según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en abril la inflación fue solo del 2,2% interanual frente al 3,3% de hace un año y el 4,1% de 2023 - las polémica no cesan . El último caso hace referencia a un producto 'Marca España' como el aceite de oliva. Este martes, la organización agraria COAG presentaba una denuncia ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que investigue lo que consideran como "una alteración artificial de los precios en el origen del aceite de oliva". Esta asociación apuntaba a la posible existencia de "prácticas colusorias" o pacto de precios. Sin embargo, el mismo oro verde ha generado durante los 2 últimos años 'ríos de tinta' sobre la escalada de su valor en los lineales y unos productores ahogados por unos costes desorbitados. El 'reparto' de los beneficios, el origen de los debates Entonces, ¿vivimos en un 'bucle espacio temporal' como Bill Murray en el clásico de 1993 'El Día de la Marmota'? El profesor de la International School of Agri Management (ISAM), David Uclés, considera que "la cadena agroalimentaria funciona razonablemente bien a la hora de surtir al ciudadano de alimentos en cantidad y calidad suficientes". Sin embargo, añade, que "hay problemas a la hora de distribuir los beneficios a lo largo de la cadena". Por su parte, el profesor de EAE Business School Francesc Rufas, sostiene que "los precios se construyen para atrás, a partir del valor de venta" y destaca que "los fabricantes no pueden imponer precios a la distribución". Al respecto, argumenta, que son los grandes distribuidores quienes cuentan con un mayor poder de negociación frente a intermediarios o mayoristas. "Hay problemas a la hora de distribuir los beneficios a lo largo de toda la cadena", David Uclés (ISAM) En este sentido, Rufas añade que las grandes cadenas de supermercados se ahorran gastos al no contar con intermediarios frente a distribuidores de menor tamaño. En cambio, "asumen más riesgos (por ejemplo, si el producto se estropea) y condicionan a los diferentes canales". Además de asumir "grandes costes" como el transporte, el mantenimiento o la manipulación de los artículos. "Lo que conduce a un margen neto pequeño, que no pasa del 2 o 2,5%. Por ello, si no manejan gran volumen de productos no gastan tanto, y luchan por un pequeño margen", añade este analista quien apunta que los fabricantes están optando por realizar productos exclusivos para los grandes 'retailers' con el objetivo de evitar las guerras de precios y contar con un sitio para vender sus productos. Es decir, personalizar o sacrificar 'su' margen. "Los supermercados venden espacio , es decir, buscan maximizar el metro cuadrado bien por rotación o por margen, a través de precios ajustados o con unas estructuras de costes menores", resume. Tampoco ayuda las diferentes características de cada producto. El docente de la la International School of Agri Management (ISAM), menciona el caso del tomate con variedades tan diferentes como los tomates de invierno, primavera, rojos... O aquellos que son creiados en invernadero "aunque no todos son iguales porque no tienen el mismo terreno, por ejemplo". Una variabilidad que combina mal con una cierta estabilidad en los precios. De ahí, que Uclés no vea con malos ojos que se generen "precios de referencia" y que, de esta forma, "los operadores de toda la cadena tengan la mejor información". Algo que, en su opinión, debe incluir también al consumidor. Los supermercados venden espacio, es decir, buscan maximizar el metro cuadrado bien por rotación o por margen, a través de precios ajustados o con unas estructuras de costes menores", Francesc Rufas (EAE Business School) La concentración no es solo cosa de la distribución Uclés (ISAM) destaca que "en los últimos 3 años la distribución se ha concentrado y ganado tamaño, así como en volúmen: la tradicional, a la que servían los mayoristas, la de las pequeña tiendas, ya es poco representativa". Lo que, a juicio de este experto, ha aumentado las necesidades de compra de cara al resto de la cadena de valor: la industria transformadora y los productores (agricultores y ganaderos). "Las cooperativas han tenido que ir ganando tamaño , no les ha quedado otra. Por otra parte, han aumentado las dimensiones de las explotaciones", apunta este experto. Según el último Censo Agrario, publicado por el INE en 2022, la superficie media creció un 7,4% respecto a 2009 hasta las 26,37 hectáreas mientras que su número aumentó un 7,6% en este periodo alcanzando las 914.871. Un movimiento que para el profesor del ISAM va a continuar durante los próximos años. "Cuando empecé a estudiar el sesctor, no había cooperativas que tuvieran unas ventas superiores a los 100 millones de euros , ahora aquí ya varias", confiesa Uclés a este medio quien cree que esta tendencia avanzará más rápida en aquellos sectores con mayor peso cooperativo como el aceite de oliva y el vino. Tampoco descarta acuerdos a nivel vertical para organizar la distribución de los beneficios , sin que ellos suponga una fijación de precios (ilegal, por otra parte).En una línea similar a la de Uclés (ISAM), el profesor de EAE Business School Francesc Rufas, también detecta una tendencia a la concentración de la producción en el campo español. "Agricultores, pequeños ganaderos y cooperativas se están asociando para aglutinar más oferta y tener la máxima capacidad de negociación", destaca. "Precios justos" para el consumidor Por su parte, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), han pedido a la cadena alimentaria "precios justos para los consumidores, que permitan pagar el precio que realmente cuesta producir y distribuir los alimentos" . En su opinión, para lograr lo anterior es necesario "una mayor transparencia y trazabilidad en la cadena, que favorezca la adecuada competencia y remunerar a cada uno de los agentes de una forma justa". Para esta organización de consumidores se trata de " evitar las posiciones de dominio que impongan precios más altos a los consumidores y a los eslabones más débiles de la cadena". ¿Y cómo lograr este fin? La OCU cree que esto es el cometido de organismos como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) o el Ministerio de Agricultura. "Es necesario que las admnistraciones implicadas tengan una actitud activa y vigilante", concluyen desde la asociación. Desde la OCU exigen "una mayor transparencia y trazabilidad en la cadena, que favorezca la adecuada competencia y remunerar a cada uno de los agentes de una forma justa". En cualquier caso, el profesor del ISAM David Uclés también apunta que la necesidad de "aumentar la sensibilidad del consumidor hacia la labor de proveer alimentos" y habla de unas generaciones "más urbanas" que en su opinión han perdido conexión con el mundo rural. "Lo dan por hecho", lamenta este experto. Por este motivo, apuesta por realizar una labor de difusión desde los colegios en línea con proyectos impulsados por organizaciones agrarias como COAG. "No hay mucha gente que diferencie entre el aceite de oliva virgen extra, el aceite de oliva virgen y el aceite de oliva a secas", resume.