Seleccionamos algunas de las mejores botellas con variedades como la mandó, la garnacha o la moneu Un usuario propone que se vete a la gente mayor de los supermercados los sábados: la red estalla El interés y la recuperación de las variedades autóctonas tras cuatro décadas de arranque para la plantación de variedades internacionales ha entrado en una nueva fase. En los últimos años, el interés por las variedades autóctonas era una cuestión de recuperación de la identidad local y de necesidad de diferenciación en los mercados globalizados. Ahora se suman dos factores más. En primer lugar, las variedades autóctonas están demostrando estar en mejores condiciones para afrontar los retos del cambio climático.En segundo lugar, la recuperación de variedades autóctonas ha pasado de ser una voluntad local para convertirse en una necesidad global, ante la enorme pérdida de biodiversidad del viñedo mundial. No te pierdas estas botellas singulares que se recogen en La Guía de Vinos 2023 , dirigida por Lluís Tolosa con la colaboración de Ferran Centelles, Meritxell Falgueras, María José Huertas, Alicia Estrada y Zoltan Nagy. Tras 50 años de investigación y dedicación ha sido posible el regreso de la tintilla de Rota a la Tierra de Cádiz. González Byass ha recuperado unas viñas de esta variedad en Arcos de la Frontera, gracias a la plantación de esta variedad en 1972, una apuesta que marcó el inicio del retorno de esta variedad autóctona que González Byass ya elaboraba en el año 1841. Marina García González, enóloga de la bodega, nació entre viñas. Su familia ha cultivado y elaborado vinos durante generaciones. El proyecto de 45 hectáreas es próximo al embalse de Guadalcacín y a la Sierra Valleja, en un enclave paradisiaco, conocido por los ancianos del lugar como la tierra de las viñas de Arcos. La composición del suelo, el clima templado y la altitud de la viña crean las condiciones para la elaboración de grandes vinos tintos andaluces. El Finca Moncloa Tintilla de Rota Edición Limitada es un vino tinto singular y muy escaso. Solo se han elaborado 2.076 botellas en su primera añada. Tuve la suerte de poder conocerlo y catarlo. Tiene una acidez estimulante y una jugosidad vibrante, con una entrada en boca ligeramente dulce. Un vino con personalidad, de intenso tono rojo rubí y cereza madura. Presenta aromas de fruta roja y negra, roble, cacao, con ligeras notas florales y balsámicas. Finca Moncloa forma parte de la asociación Grandes Pagos de España desde 2014, que agrupa grandes vinos de parcela, de personalidad inconfundible, que en la copa te transportan al origen. Ideal para quienes desean un vino con historia y pasión andaluza. Zoltan Nagy ¿Qué es un buen vino? Seguramente el mejor vino es aquél que habla con transparencia del paisaje al que pertenece. Un buen vino nacido en un entorno de clima confortable y geografías felices hablará, si nadie lo fastidia, con elegancia y complejidad académica. Un buen vino nacido en entornos de sufrimiento, de termómetros extremos, de pobreza franciscana... Ese vino hablará con cierta rudeza, pero su rusticidad será sincera y honesta. Así es el espíritu de Las Loberas, diálogos de un viñedo extremo que habla con palabras asilvestradas pero muy ciertas. Vino de una única parcela, la garnacha casi centenaria crece sobre suelos arenosos de granito rosa que regulan muy bien la continentalidad del clima. Además, su ubicación mirando al sur y su altura comedida, sobre 780 metros en la Sierra de Gredos, hacen de Las Loberas un vino irrepetible algo salvaje y con una impronta mediterránea que hace única esta expresión de la garnacha. Para mantener el carácter de la viña, en la bodega se hablan también vocabularios de mínima intervención: fermentación en cemento, en parte con racimos enteros buscando continuación al carácter agreste del viñedo; uso muy comedido de la madera, apenas el toque del fudre para redondear el vino; embotellado sin filtrar, etc. Una garnacha concentrada, muy fresca, muy equilibrada, capaz de llevarnos en un sorbo al paraje de Las Loberas. Un vino para sacudirnos de la rutina y regalarnos la memoria de una viña ancestral y de los hombres y mujeres que nos la legaron. Alicia Estrada La DO Cebreros vive un asombroso crecimiento y proyección siendo la última DO creada en España, registrada en el año 2017. Su paisaje es impresionante y difícil de describir en palabras, unos viñedos muy viejos, plantados de una manera tan bella como irregular, en medio de la montaña. Rodeados de piedras y enormes rocas de granito, nos recuerda algo que tenemos demasiado olvidado: la vid tiene mucho de planta salvaje y adaptativa al media. Si los vinos de Cebreros se presentarían al mundo como "vinos con emoción y de montaña", este Arroyuelos 2021 podría definirse perfectamente como "vino de pasión y garaje". - ¿De garaje? - Sí, has leído bien. - Yo en el garaje guardo el coche, las bicis a lo sumo almaceno trastos. - Pues, en el garaje de Las Pedreras, Bárbara Requejo y Guzmán de la Parra elaboran el vino más prometedor de la Sierra de Gredos: garnachas finas, delicadas y sutiles. Unos vinos de montaña con alma de Borgoña. Bárbara cambió su función como directora técnica en una de las bodegas tradicionales de la zona para iniciar este exitoso y personal proyecto con su pareja, Guzmán. A él, lo podemos visitar en la bodega o en su restaurante La Querencia, un lugar lleno de sabor en Villaneueva de Ávila. Os propongo un maridaje, por si os animáis a visitar a Guzmán en su cocina: Los Arroyuelos 2021 (del que solo se producen 5.200 botellas) y sus alcachofas con jamón y piñones. La versatilidad, finura y profundidad de esta garnacha acompañará perfectamente este suculento plato. Ferran Centelles Dos hechos principales marcan la historia de la DO Pla de Bages. El primero fue la Alovera, la plaga que arrasó la comarca justo cuando contaba con la plantación de vid más importante de Catalunya, El segundo es la existencia de los Roqueta. Se conservan documentos que demuestran que en el año 1199 ya se producía vino en la masía Roqueta, la residencia, aún hoy en día, de la familia. Añadiré un tercer hecho, esta vez etimológico. El origen de la palabra Bages proviene del nombre Bacchus, dios romano del vino. Quizá fuera el propio Baco quien empujó a Ramon Roqueta Torrentó para que bajara hasta Manresa y fundara la primera bodega de la familia en el año 1898. Más tarde, las nuevas generaciones crearon el Celler Abadal. Abadal Mandó 2019 es historia embotellada. La bodega inició en 2003 los trabajos para recuperar la variedad, a partir de unas viñas casi extintas. Gracias a este trabajo de selección y recuperación, hoy existen 40 hectáreas de mandó en el Pla de Bages, todo un éxito. Es una variedad que día vinos tintos, de alcohol moderado con cierta rusticidad tónica, que puede hacer frente a condiciones cálidas y secas, de ahí su interés agrícola. La recuperación de variedades es un trabajo arduo y lento, no fue hasta 2015 que catamos la primera añada de este vino tan singular. Gran parte se cría 12 meses en ánfora y el resto en barricas usadas de grano extrafino. Así se obtiene un vino ligero, aromático, con taninos firmes y frescura envolvente. Un vino único, muy representativo de esta variedad ancestral. Ferran Centelles Tercera añada de este vino ecológico elaborado con la variedad ancestral moneu, que ha ido ganando presencia en el ensamblaje de variedades hasta ser la verdadera protagonista. La recompensa ha sido la Medalla de Oro en el concurso International Wine Challenge 2022. Representativo del trabajo que Familia Torres lleva realizando desde principios de los años ochenta para recuperar variedades ancestrales, contribuyendo a recuperar el patrimonio vitícola y buscando soluciones frente al cambio climático. En estos años han constatado que algunas de estas variedades, además de mostrar un gran potencial enológico, son resistentes a la sequía y las altas temperaturas, como la moneu, originaria del Penedès, que reintrodujeron en la finca del castillo de la Bleda y ahora es la columna vertebral de este Clos Ancestral. La añada 2021 es bastante especial porque corresponde a uno de los años más secos en la zona del Penedès. Es un vino suave, ligero y sedoso. Su equilibrio se basa en la perfecta proporción de cada variedad y en la correcta combinación de crianzas. Más de la mitad del vino se cría durante 10 meses en barricas de roble francés de segundo uso que marquen poco la madera, y el resto en acero inoxidable para mantener toda la expresión frutal. La variedad moneu realiza una parte de la crianza en tinajas y ánforas, buscando diferentes evoluciones y matices. Al final se diseña el ensamblaje definitivo. Predominio de los frutos rojos, finas notas florales, sobre todo violetas, y suave final redondo y especiado. Lluís Tolosa Álvaro de Blas Serrano es ingeniero director de obra en la estación de tren de alta velocidad de la Sagrera (Barcelona). Nos presentó nuestra amiga Martha. Enseguida se reconoce a un hombre inteligente, culto o y educado. A pesar de su juventud, gestiona desde hace años este macroproyecto de infraestructuras, con un contrato de obra de 300 millones de euros. Aún así, siempre que puede colabora en la empresa familiar, las bodegas De Blas Serrano, en la Ribera del Duero burgalesa. Así que acabamos hablando de vinos y por supuesto catándolos. La bodega fue fundada por Eugenio De Blas, Luis Miguel De Blas y José Manuel Serrano, con la dirección técnica de la enóloga alsaciana Sophie Kuhn. Fuentelcésped es un pueblo con larga tradición vitivinícola, fundado por las órdenes premostratenses del monasterio de Santa María de La Vid (siglo XII). Ya se conocen ordenanzas municipales para regular la producción y comercialización de sus vinos en el año 1607, cuando el municipio dedicaba casi todas sus tierras a la vid y fijaba los precios del vino en Castilla. De Blas Serrano es un monovarietal 100% tinta del país de siete viñas de más de 50 años de edad, plantadas a 830-940 metros de altitud, donde la meseta castellana impone fuertes oscilaciones térmicas, con veranos calurosos y heladas en primavera. Así nace este Ribera del Duero oscuro, denso y concentrado. Confitado y golosa, notas a regaliz, especias y cacao, con ligera astringencia final, persistente y penetrante. Su virtud es que equilibra, potencia, estructura y carnosidad con una textura muy suave. Muy bueno. Lluís Tolosa Imperial es una de las grandes marcas centenarias riojanas nacida, en 1920. El nombre le viene de su antiguo embotellado para el mercado inglés en una botella llamada Imperial Pint, aproximadamente de medio litro. La Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE) también mantiene otras dos grandes marcas centenarias, Viña Real (1920) y Monopole (1925), esta última como la marca de vino blanco más antigua de España. La bodega principal sigue en su emplazamiento original en el Barrio de la Estación de Haro. En 1879 se asentó junto al ferrocarril para exportar grandes cantidades de vino durante la crisis de la filoxera en Francia (1868-1892). Hoy CVNE es un grupo de cuatro bodegas, junto con Viñedos del Contino (1973), Viña Real (2004) e Imperial (2005), esta última situada dentro de las instalaciones históricas y dedicada exclusivamente a la elaboración del Imperial. Actualmente elaboran el Imperial Reserva y el imperial Gran Reserva. Este último acapara todas las miradas, sobre todo desde que el Gran Reserva 2004 conquistó la primera posición del ranking mundial Top 100 Wine de la revista norteamericana Wine Spectator. Pero el Imperial Reserva me parece imbatible en relación calidad-precio, con altísima y constante calidad en todas sus añadas. De viñedos de más de 40 años, fermenta en tinas de roble de diferentes capacidades en función del tamaño de la finca, con posterior crianza de 24 meses en barrica de roble americano y francés. Solo al final se hace el ensamblaje de variedades para afinarlo lo mejor posible. Un gran clásico que nunca falla. Lluís Tolosa