INFORMACIÓN ACERCA DE LAS COOKIES UTILIZADASLe informamos que en el transcurso de su navegación por los sitios web del grupo Ibercaja, se utilizan cookies propias y de terceros (ficheros de datos anónimos), las cuales se almacenan en el dispositivo del usuario, de manera no intrusiva. Estos datos se utilizan exclusivamente para habilitar y estudiar de forma anónima algunas interacciones de la navegación en un sitio Web, y acumulan datos que pueden ser actualizados y recuperados. En el caso de que usted siga navegando por nuestro sitio Web implica que acepta el uso de las cookies indicadas. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra sección Política de cookies


La segunda peor sequía del siglo XXI

15/02/2022
En: hoy.es
Digital
Menú Extremadura La segunda peor sequía del siglo XXI en Extremadura Las previsiones a medio plazo descartan lluvias, los ganaderos echan mano de piensos a falta de pastos y los regantes asumen que deben dejar hectáreas por sembrar Marcelino Núñez mira los pronósticos y no se anda con rodeos. «Lo siento, no hay cambio de tendencia», sentencia. En cristiano, «no hay lluvias a la vista y además tendremos temperaturas más altas de lo normal para esta época», dice el meteorólogo al que el teléfono le empieza a sonar con mucha frecuencia, mucho más que hace meses. Muchos buscan en el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) la comunicación de una esperanza. «Esto pinta muy mal y con las reservas de agua que hay en los embalses da para lo que da. Nunca hemos vivido una situación igual en el regadío desde 1995», añade Francisco Plaza, agricultor y presidente de la cooperativa San Isidro de Villanueva de la Serena. «La situación será aún peor cuando entre la primavera si no hay cambios», refrenda el ganadero Juan Bonilla. Tres testimonios para contar lo obvio. Que estamos ante un periodo seco y que el campo, la agroindustria y el empleo que se genera gracias a su actividad están en vilo en Extremadura. Al menos, todavía, no se atisba un riesgo inminente para el abastecimiento humano, que está asegurado como mínimo para año o año y medio, aunque la mancomunidad de Tentudía es la excepción al poner en marcha ya restricciones en el suministro. El hombre del tiempo muestra como el inicio del año hidrológico -desde octubre hasta ahora- ha recogido un 38% menos de lluvia de media en la región. Núñez expresa que técnicamente no se puede hablar todavía de sequía porque para eso hace falta que persista la escasez de precipitaciones en periodos más largos, uno o dos años, pero entiende que el vocablo esté en la boca de mucha gente. «Con cuatro meses solo podemos hablar de déficit de precipitaciones», afina a este periódico. En los últimos cuatro meses la media regional de lluvia ha sido de 187 litros . Se llame déficit, escasez o, por simplificar, sequía, se trata de la segunda peor en los últimos 22 años, es decir, en lo que llevamos de siglo XXI, solo por debajo de la de 2018 (162 litros). O la quinta si ampliamos el foco a 32 años, desde 1990, solo superada por el cuatrimestre de 1992, 2018, 1993 y 1999 (125 litros de media). «Ya, es una sequía hidrológica y no meteorológica porque los pantanos son los que están ahora están sufriendo el apretón..., pero en unos meses nos llegará a todos», afirma cerca de su finca en Aljucén, al lado de Mérida, Juan Bonilla, de 57 años. Ganadero de ovino, con una cabaña de 1.300 ovejas, es también agricultor. Cultiva unas 60 hectáreas de cereales: trigo, cebada, avena... Todo es para autoconsumo. Para sus animales. «Todos los años he ido tirando entre los pastos naturales que nos da el campo con las lluvias y lo que siembro pero la cosa empieza a ponerse complicada», relata Bonilla. «Hasta diciembre teníamos un buen año, Había llovido aceptablemente, teníamos una montanera muy buena pero llegó enero y se acabó. No solo dejó de llover de forma radical sino trajo un aire solano ha sido criminal y le ha pegado un palo al campo tremendo», indica. A estas alturas, los ganaderos tienen ya poco pasto del que tirar y deben echar mano de lo almacenado de otros años o de los piensos, que han subido de media un 20%. «Tengo 300 pacas grandes almacenadas del año pasado. De lo que sembré y salió. Pronto voy a tener que tirar de ellas. Lo que no sé es si lo que he sembrado este año me va a salir por lo que el problema gordo lo tendré el próximo año», dice mientras charla con HOY entre el balido de unos borregos a punto de vender. «Podemos más o menos tirar ahora pero el problema es a partir de la primavera y que tenemos que echar manos de pacas o de piensos, que están por las nubes. De todas formas, los ganaderos estamos mal pero los que peor lo pasarán son los agricultores de regadío porque me da que muchos no van a poder ni sembrar. Nosotros, mal que bien, venderemos las ovejas, los guarros, las vacas a un precio que nos dé para ir tirando pero los regantes.... no sé, no sé» concluye el ganadero emeritense sin finalizar la frase. No obstante, Francisco Plaza, de 43 años, entiende perfectamente lo que quiere decir Bonilla. «Nos estamos jugando mucho dinero, mucho empleo con lo que tenemos ahora. Se la está jugando Extremadura entera porque la agroindustria es clave para el desarrollo regional», subraya con solemnidad el agricultor villanovense. Preside la cooperativa San Isidro de Villanueva de la Serena, una de las que más peso tiene dentro del movimiento cooperativo extremeño. San Isidro tiene 130 socios y sus agricultores se dedican al tomate, maíz, cereales y frutales. Cultivan en total 3.058 hectáreas de regadío y 2.200 de secano. Como contó este diario el pasado lunes , los agricultores y las industrias de la cuenca del Guadiana, donde se concentra el peso de los regantes extremeños, tienen reservas de agua para un 38% de una campaña normal. Solo para un 38%. Poco más de un tercio de lo necesario para que se no activen restricciones en el suministro de agua. Lo habitual es una dotación en los embalses de 1.293 hm3 (hectómetros cúbicos) para regar sin recortes, una vez descontada el agua obligada para asegurar el abastecimiento humano y el caudal ecológico del Guadiana y afluentes. En estos momentos la cantidad disponible para riego es de unos 490 hectómetros cúbicos. «Para nosotros el problema ya ha llegado porque aunque pudiera llover una barbaridad en marzo y abril, que eso está por ver, evidentemente, los productores de tomate deben saber ya qué pueden plantar. Los contratos se deben firmar mañana martes a más tardar y hay que ir preparando los semilleros», lamenta Plaza. «Quizás se puede esperar algo para ver cómo se puede sembrar para los que producen maíz o arroz pero para el tomate ya es el momento de tomar decisiones», insiste. «Y hablar de tomate es hablar de muchos millones para Extremadura. Es nuestro cultivo más social junto a los frutales». El 71% de las hectáreas de regadío de los socios de la cooperativa San Isidro se nutren del canal del Zújar. Con el agua ahora disponible en las presas, tienen para un 60% de una campaña normal. «Es decir, se pierde un 40% respecto a un año normal. Pero la situación es mucho peor para los socios del canal del Orellana, un 29% de los que forman la cooperativa. Con lo que hay ahora, los agricultores del canal de Orellana solo tendrían un 20% de la dotación normal de campaña», expresa Francisco Plaza. Al hilo de esto, la comunidad de regantes de Orellana ha dicho que, en función de las previsiones de dotación trasladada por la Confederación del Guadiana, «con los recursos disponibles hoy, y aplicando la legislación específica, únicamente se podrá atender el riego de supervivencia de los cultivos permanentes (frutales)». Esto es, regar para que el árbol no muera, no para nuevas siembras. Plaza y los productores de tomate más la industria tomatera reclaman que se priorice el agua existente para poder mantener los cultivos más sociales, los que más riqueza generan para la región. «Es una decisión complicada cuando nos encontramos ante unas restricciones inéditas desde 1995 pero se trata de tomarlas pensando en el bien general y en perjudicar a la menos gente posible. El tomate es un cultivo vital para la región como pueda ser la fruta», culmina. Tendencias Coronavirus Carnaval de Badajoz Crónica negra Sucesos HOY Agro En Salsa Antropía
Fundación Bancaria Ibercaja C.I.F. G-50000652.
Inscrita en el Registro de Fundaciones del Mº de Educación, Cultura y Deporte con el nº 1689.
Domicilio social: Joaquín Costa, 13. 50001 Zaragoza.
Contacto Aviso legal Política de privacidad Política de Cookies