La euforia que vivía el sector porcino español -y europeo en general- ha llegado a su fin. Después de dos años fluctuando entre récords prácticamente históricos, el precio del cerdo ha iniciado un descenso en picado este verano que empieza a preocupar al productor local. Si en el mes de junio el kilo de porcino registraba máximos de 1,55 euros (un nivel cercano al obtenido a inicios de año y casi a la altura del alcanzado en el 2002), ahora se encuentra un 30% por debajo, en 1,05 euros/kg, un precio similar al registrado en el 2018. En el sector avícola calculan unas pérdidas de 300 millones este año a causa de la subida de los costes La principal causa de este descenso se explica por la dependencia de las exportaciones españolas al mercado chino. "Los precios habían subido por la elevada demanda de Pekín, que en los últimos años se ha visto obligada a importar cerdos de Europa a causa de la peste que padecía el cerdo chino. Ahora la enfermedad está prácticamente erradicada así que China ha dejado de necesitar cerdo europeo", comenta Miquel Vergés, analista de la lonja de Mercolleida. Según sus estimaciones, España exportaba alrededor de 100.000 toneladas de cerdos al mes, una cifra que ahora se ha reducido a la mitad, a unos 50.000 al mes. China era el principal mercado para los productores españoles. "El 35% de la producción nacional se vendía directamente a China, un porcentaje que ahora ha caído a la mitad". Vergés comenta que el descenso de los precios también se explica por el stock acumulado de cerdo congelado en los puertos chinos, que debería haberse consumido si no fuera por la crisis en la restauración que ha sufrido China a causa de la pandemia. "Ahora los productores locales congelan la producción e intentan suplir las exportaciones a China con ventas a otros mercados europeos y al sudeste asiático. Están congelando el ganado pero aun no han llegado a la necesidad de sacrificar el animal". Además, ahora empieza la etapa con mayor actividad reproductiva del cerdo, una fase que se prolonga hasta febrero y que aumentará la oferta disponible. El sector ganadero también afronta una "subida de costes a causa del alza de los precios de las materias primas, en especial del cereal, clave para la elaboración de pienso", comenta Eliseu Isla, director de desarrollo comercial de la Cooperativa d'Ivars. Por ejemplo, el maíz ha subido un 21% desde inicios de año, el trigo un 12% y la cebada un 18%. La inflación de los precios de estas materias se explica, según Isla, por "la inversión de los fondos en commodities como el cereal durante la crisis y por la subida de las importaciones de pienso y cereal de China, que necesita abastecer su ganadería local". Asimismo, la industria afronta con preocupación la subida del precio de la energía eléctrica, que ha llegado a multiplicarse por 7 en el 2021, superando los 200/MWh. De hecho, el sector porcino no es el único que ha encendido las alarmas. Ayer la patronal española del sector avícola, Avianza, aseguraba que el sector podría perder hasta 300 millones de euros a causa de la subida de la luz y del precio de las materias primas. En especial, lamentaba que el precio del pienso avícola ha subido más de un 20% en lo que va de año mientras que el precio del pollo va a la baja a causa de la entrada de pollo low c ost de mercados exteriores, incluso de fuera de la UE.