El futbolista, que puso punto y final a su etapa en Japón y ha fichado por el Emirates FC de los Emiratos Árabes Unidos, ha realizado otra ampliación de capital La mayoría de negocios requiere de grandes inversiones de capital hasta que consiguen dejar atrás las pérdidas y logran esa palabra tan de moda en el argot empresarial como el break even, su umbral de rentabilidad. Andrés Iniesta, el que fuera futbolista del FC Barcelona y metiera el gol en la Final del Mundial de Sudáfrica de 2010, todavía no ha llegado a ese punto con su bodega y entre pérdida y pérdida ha tenido que inyectar casi seis millones de euros a finales de julio. El centrocampista manchego , que puso punto y final a su etapa en Japón y ha fichado por el Emirates FC de los Emiratos Árabes Unidos, lejos de tirar la toalla, ha decidido poner más carne en el asador. Así, hace unos días amplió capital en 5.875.000 euros en la sociedad Bodega Iniesta SL, que cuenta con casi 300 hectáreas de viñedos en Fuentealbilla (Albacete), tierra natal del futbolista, rica en manantiales y agua subterránea. Una aportación que se suma a otras realizadas en el pasado por casi 7,5 millones y que dejan el resultante suscrito en la sociedad en los 13,36 millones. Esta ampliación de capital se produce tras las fuertes pérdidas que arroja Bodega Iniesta SL desde que se constituyera a finales de 2009. Desde su nacimiento, la bodega de vinos del futbolista no ha logrado números verdes, aunque algún año se ha acercado, como cuando se dejó menos de 100.000 euros en 2011. En el último presentado, el de 2021, el saldo deficitario fue de 180.254 euros, lo que arroja unos números rojos de más de 4,2 millones de euros a lo largo de su historia . No obstante, Andrés Iniesta tiene motivos para el optimismo. En su último ejercicio empresarial, logró disparar su facturación un 42%, desde los casi 1,52 hasta los 2,16 millones de euros, contuvo su gasto de personal -incluso cayó- y elevó sus aprovisionamientos . Además, y pese a perder 180.254 euros , el futbolista lograba recortar las pérdidas sufridas por primera vez en los últimos cuatro años. El futbolista también ha buscado la diversificación de sus negocios en torno a sus viñedos como vía para lograr el break even . Así, a la oferta de vinos se suman distintas experiencias de enoturismo como la visita a sus bodegas, la posibilidad de dormir entre viñedos en sus tres acogedoras casas rurales y la Ruta del Vino de La Manchuela, que abarca los viñedos de 23 municipios de la comarca de La Manchuela (Cuenca y Albacete) Casualidad o no, Bodega Iniesta está actualmente de rebajas . La empresa ha lanzado, desde el 1 y hasta el 31 de agosto, descuentos que alcanzan el 50% en la mayoría de sus vinos, entre los que se incluyen distintos tipos de su Corazón Loco, Finca El Carril o Corazón Spumante. Una representación, ahora con precios más reducidos , de parte de sus 14 variedades de uva con las que producen vinos blancos, tintos, rosados y espumosos bajo la denominación de origen Manchuela. Un proyecto empresarial que nació gracias al padre del futbolista, José Antonio Iniesta , cuando decide plantar 10 hectáreas de viñedos en los años noventa y más tarde, ya en 2010, se hace realidad al abrir al público una bodega que se encuentra en la comarca de La Manchuela, una meseta en la que las condiciones climáticas son particularmente beneficiosas para el cultivo de la vid. "Tiene una gran cantidad de horas de sol anuales, escasez de precipitaciones propias del clima continental e influencia del clima mediterráneo con un viento fresco y húmedo que en las noches del verano provoca un diferencial térmico elevado justo durante el periodo de maduración de la uva , favoreciendo la formación de polifenoles, taninos y antocianos", según señalan en su propia página web. La mayoría de negocios requiere de grandes inversiones de capital hasta que consiguen dejar atrás las pérdidas y logran esa palabra tan de moda en el argot empresarial como el break even, su umbral de rentabilidad. Andrés Iniesta, el que fuera futbolista del FC Barcelona y metiera el gol en la Final del Mundial de Sudáfrica de 2010, todavía no ha llegado a ese punto con su bodega y entre pérdida y pérdida ha tenido que inyectar casi seis millones de euros a finales de julio.