Esta bodega de Calonge acaba de estrenar su primer rosado de gama alta. Es un lledoner roig con cabernet franc muy mediterráneo, complejo y con un interesante toque salino final Siete vinos blancos que no podrás rechazar esta primavera "Entusiasmados". Así es como afirman estar en la bodega Clos d'Agon ante la presentación de esta novedad en la familia de gama alta de sus vinos. Es su primer rosado Premium, un vino que aseguran que ha sido concebido "para disfrutar ahora o darle tiempo para que exprese todo su potencial". En ensamblaje de un 57% de lledoner roig (garnacha gris) de antiguo clon procedente de vides de más de 70 años cultivadas en vaso, en coplantación con otras variedades, y de cabernet franc (43%), obtenido de dos pequeñas parcelas, de producción muy limitada, rodeadas de bosque en la parte más alta de su finca. El resultado, afirman, "es un vino fresco pero voluminoso, persistente y con gran peso en el centro de la boca. Aromas de fruta roja fresca, flores, piel de naranja y anises". También señalan que Clos d'Agon Alba del Tinar es "una bocanada de viento fresco de la mañana, que nos evoca los amaneceres en la Conca del Tinar, donde nos encontramos". El Tinar es el nombre del valle donde está ubicada esta bodega, en el municipio de Calonge (Baix Empordà). Es un bello anfiteatro encarado al mar. El lledoner roig es hijo de una pequeña viña plantada hace 70 años, la más cercana al mar. Es propiedad del octogenario viticultor de Calonge Alfonso Marturià Jofre, que la ha trabajado toda su vida. Hoy es Clos d'Agon, que la alquiló por 10 años, quien se ocupa de ella. El cabernet franc nace en suelos pizarrosos de la finca de Clos d'Agon. Su antiguo lledoner roig forma parte del Arca de Noé vitícola hallada en Calonge. Calonge: un lugar único en el mundo para los vinos Un estudio de la universidad de La Rioja ha permitido redescubrir nuevas variedades de vid que viticultores locales han mantenido y salvaguardado en el término municipal de Calonge. En poco más de 160 hectáreas han hallado 22 variedades de uvas diferentes. Se ha certificado, pues, que la variabilidad del área vitícola de este municipio de la comarca del Baix Empordà es realmente excepcional, puesto que no se conoce ningún caso, ni en España ni en otros países, en el que en cuatro o cinco parcelas de viñas exista este número de genotipos diferentes y, más especialmente, un volumen de nuevos tan destacado. El hallazgo sitúa el área vitícola del pueblo de Calonge como "un caso único en el mundo, ya que posee un patrimonio genético de una riqueza excepcional que debería ser protegido y caracterizado con una profundidad mayor", según se ha informado desde el ayuntamiento. Los investigadores sostienen que las variedades ancestrales pueden estar más adaptadas a los efectos del cambio climático y ser más resistentes a determinadas plagas. La añada 2022 de Clos d'Agon es sinónimo de potencia, estructura y elegancia La añada 2022 de Clos d'Agon es "sinónimo de potencia, estructura y elegancia". A diferencia del año 2021, en el que hubo muy buena fructificación, en el 2022 había menos cantidad de uva de un año normal. La añada fue muy seca. Comenzaron la vendimia el día 23 de agosto con las variedades blancas, una de las fechas más tempranas de inicio de vendimia en esta bodega. Tras los blancos, y prácticamente sin parar, siguieron con los tintos. Finalizaron la vendimia el día 15 de septiembre, resultando ser una de las vendimias más rápidas de la historia de la bodega. Todas estas condiciones, según Clos d'Agon, "se han traducido en vinos con una gran estructura, concentración y mucha fruta, acompañados de una excelente acidez que equilibra todo el conjunto". Con respecto a los tintos, la variedad que ahora se muestra "más fina compleja y frutal", es el cabernet franc, que "muestra una frescura y elegancia sorprendente para una añada más bien cálida". De los tintos; la variedad que ahora se muestra "más fina compleja y frutal", es el cabernet franc Las uvas del Clos d'Agon Alba del Tinar son hijas de la producción integrada. Su maceración se practicó durante unas 13 horas. Una parte del vino realizó la fermentación alcohólica en una barrica de 500 litros de capacidad de roble francés de segundo vino, de grano fino y tostado medio. El resto fermentó en depósito de acero inoxidable. La totalidad permaneció durante seis meses sobre sus lías. De mediados de septiembre hasta finales de marzo se realizó trabajo de lías. Se decantó de forma natural, se clarificó con bentonita y se practicó una filtración muy suave. Se embotelló el 22 de mayo de este año. Tap de Finca: una defensa de los valores ecológicos El Clos d'Agon Alba del Tinar 2022 ha sido cerrado con un Tap de Finca, un tapón de corcho natural flor de alcornocales de los bosques de las Gavarres. La creación de la marca Taps de Finca por parte del Consejo Regulador de la DO Empordà, la Associació d'Empresaris Surers de Catalunya (AECORK) y el Consorci Forestal de Catalunya, bajo los auspicios del Institut Català del Suro, proporciona una diferenciación con un significado de producto de calidad, de proximidad y sostenible, que favorece la gestión de los bosques corcheros del Empordà. En concreto, con estos tapones de corcho se persigue ofrecer un nuevo producto vitivinícola de proximidad, en el que tanto el vino como el tapón se han elaborado en el entorno de la DO Empordà. También se quiere garantizar la regeneración de las masas forestales, contribuyendo a la reducción de riesgo de incendio, y aumentar las explotaciones forestales de alcornocales en Catalunya. Con su impulso se ha querido "defender los valores ecológicos, medioambientales, sociales y emocionales del tapón de corcho". Los Taps de Finca tienen una huella ecológica menor a otros tapones de corcho ya que la extracción del corcho y la fabricación del tapón se realiza en Catalunya. Un vino muy mediterráneo Clos d'Agon Alba del Tinar 2022 es de color rosado muy pálido, con tonalidades cobre y anaranjadas. Nítido y brillante. Exhibe notas de melocotón, de frutillas rojas y de naranja sanguina en un fondo de hinojo. Redondez con buena acidez (sin acidificación) y final mineral (salino) que evidencia las micropartículas de salitre marino que los vientos transportan hasta los pámpanos de las vides. Según el director técnico de Clos d'Agon, el enólogo Miguel Coronado, "es un blanco con cuerpo de tinto". Profundidad en boca y complejidad, con una grata textura. De hecho, muestra cuerpo, 13,3 de alcohol y cierta tanicidad, aunque con ausencia de pirazinas. Coronado destaca "la parte vinosa muy amable de la lledoner roig, y que "parece dulce, aunque tiene cero gramos de azúcares". Es un vino muy mediterráneo. Miguel Coronado lo define como "la amabilidad en un vino rosado de gama alta". Al director técnico de la bodega le gusta maridarlo con un platón que califica como "muy sencillo": unas gambas de Palamós "a las que solo se les ha enseñado la plancha". Afirma que la dulzura y salinidad de las gambas rojas "combinan de forma brutal". Desde la bodega también proponen armonizarlo con pescados crudos como el atún o el salmón; cebiches; carpaccios de pescado, marisco o ternera; ensaladas; aperitivos salados o ácidos y quesos. La historia de Clos d'Agon se articula en torno a la masía principal de la finca, Mas Gil, que da nombre a toda la propiedad. Existen registros escritos que confirman la existencia de viñedo en esta finca ya en el siglo XV, en lo que fue Mas Sabater. En 1792 se construyó la actual masía, que en la antigüedad estuvo rodeada por 12 hectáreas de viña plantadas con variedades híbridas, marcos de plantación estrechos y conducciones en vaso. Fue a finales de los años 80 del siglo pasado cuando comenzó la etapa moderna de esta bodega. El enólogo y biólogo extremeño Miguel Coronado, nacido hace 41 años en Cabeza la Vaca (Badajoz), dirige este proyecto tras llegar a él en prácticas en el año 2007. Se propone elaborar vino de alta gama alta, "con elegancia, finura, y capacidad de guarda". Ha ido reduciendo el impacto de la madera y ha introducido depósitos de cemento y foudres. Desde la bodega proponen armonizarlo con pescados crudos como el atún o el salmón Fue a finales de los años 80 del siglo pasado cuando comenzó la etapa moderna de esta bodega, cuando un matrimonio de origen franco-belga adquirió la finca. Él, Philippe Dambois, decidió dar un vuelco a la explotación. Asesorado por sus amigos Pierre Galet y André Crespy, de la Universidad de Montpellier, sustituyó las viejas, pero de escasa calidad y futuro, viñas en vaso. Ello supuso que se vieran las primeras espalderas plantadas en Catalunya. Se apostó por variedades típicas francesas, del gusto de Dambois, predominando las bordelesas entre las tintas y las del valle del Ródano entre las blancas. Se plantaron 8 hectáreas en total, siempre bajo la supervisión de Crespy. Así se creó la marca Clos d'Agon. Dambois estuvo haciendo vino en la propiedad, buscando siempre la calidad por encima de otras consideraciones, hasta que, a finales de los años 90, decidió vender la explotación. Es entonces cuando desembarcó la nueva propiedad, en principio un grupo de seis amigos suizos (dos en la actualidad), relacionados y apasionados, de una forma u otra, con el mundo del vino. Los propietarios actuales son Alfons Niedhart y Jurg Maurer. Para esta etapa, que comenzó en noviembre de 1998, contaron con el asesoramiento de Peter Sisseck (Dominio de Pingus), amigo personal de todos ellos. Se plantaron 8 nuevas hectáreas y comenzaron las obras de la nueva bodega, firmada por el arquitecto Chus Manzanares. La bodega es una construcción moderna pero integrada en su entorno, levemente inspirada en la obra de Piet Mondrian y ubicada justo en el centro de la propiedad. La producción anual media ronda las 80.000 botellas, de las cuales exportan un 70%. Su principal mercado es el suizo, seguido del alemán, el tailandés y el español. Clos d'Agon es miembro de la asociación Grandes Pagos de España.