La cesta de la compra ha sufrido una subida de precios sin precedentes en las últimas décadas. Una combinación explosiva de aumentos en los costes energéticos, de producción y de las materias primas, además de factores climáticos y de reducción de cabañas y cultivos, está detrás de la escalada que este lunes van a analizar el Ministerio de Agricultura y todos los integrantes de la cadena alimentaria, desde productores hasta distribuidores y consumidores. Es en el campo donde más han subido los precios, una media del 39%, pero esto no se ha traducido en una mayor rentabilidad y la renta agraria cayó un 5,5% en 2022 hasta los 27.860 millones de euros, según datos oficiales. Las subidas de precios van a menos a lo largo de la cadena, de modo que el alza de precios de los alimentos ya se relajó levemente en enero, pasando del 15,7% al 15,4% en un mes . El fuerte incremento de los precios de los alimentos más básicos en la cesta de la compra, las posibles salidas para corregir esta situación y, sobre todo, la búsqueda de responsables desde el campo a la distribución, constituye uno de los debates políticos sobre el que las posiciones y las soluciones se hallan enfrentadas entre los socios de coalición Gobierno . Aunque los grandes indicadores macroeconómicos apuntan a un pequeño freno, y auguran un posible cambio de tendencia en las próximas semanas, lo cierto es que los precios se han instalado en niveles históricamente altos y desde el Gobierno se advierte de que las bajadas, aunque pueden estar próximas, serán muy lentas. La cesta de la compra acumula, según la OCU, un sobrecoste medio por familia de 860 euros en el último año. Las mayores subidas interanuales de los alimentos en el IPC afectaron en enero al azúcar (52,1%), la mantequilla (38,2%), la leche entera (33,4%), el aceite de girasol (32,1%), el aceite de oliva (30,5%), los productos de panadería (28,2%), las harinas (28,1%), los huevos (27,2%), los yogures (26,7%), el queso (20,5%) o el arroz (19,6%). Uno de los objetivos de la reunión de este lunes es analizar el impacto que ha tenido la rebaja del IVA en los precios y que entró en vigor en enero para algunos productos básicos, los de más consumo. El encuentro de esta mañana fue convocado la semana pasada tras conocerse el detalle de los últimos datos del IPC. El Observatorio de la Cadena Alimentaria, adscrito al departamento que dirige el ministro Luis Planas, se constituyó en 2015 para asumir las competencias del anterior Observatorio de Precios de los Alimentos. En él están representados todos los eslabones de la cadena. Su función principal es controlar que se cumplen la Ley de la Cadena Alimentaria, que prohíbe vender por debajo de costes, y que los precios se van trasladando de forma transparente del origen al consumidor final. Planas ha asegurado en los días previos a esta reunión que la cadena alimentaria se ha "comportado de forma correcta" en esta crisis de precios alimentarios. "Cada uno está haciendo lo que debe hacer, pero queremos que los precios disminuyan", ha recalcado. "Mi mensaje para esta reunión es claro. Primero de agradecimiento al buen funcionamiento y trabajo de todos. Luego escuchar para ver el análisis que cada eslabón de la cadena hace de la situación y pedir e insistir que cada uno ponga de su parte para lograr que los precios de los alimentos sigan disminuyendo", ha señalado. Está previsto que algunas organizaciones agrarias y empresariales pidan a Planas que se amplíe la rebaja del IVA a la carne y el pescado, algo que el ministro ha descartado por el momento, alegando que las medidas adoptadas por el Gobierno son suficientes. Un informe reciente de Aecoc, la patronal del gran consumo, calcula que la subida del precio de los alimentos se habría situado en enero entre el 11,7% y el 13,7% , en lugar del 15,4% que publicó el INE, si se aplicaran esas rebajas del IVA. El campo ha sido el principal protagonista de la subida del precio de los alimentos. El incremento fue de media un 39% en 2022, según los datos oficiales de la actividad agraria. Pero ese fuerte aumento de los precios de venta en origen no ha supuesto una mejora en la rentabilidad de la actividad agraria en su conjunto. El valor de las producciones agrarias aumentó hasta los 63.000 millones de euros, más de 36.000 por las producciones agrícolas a pesar de la sequía con un incremento del 4%, y más de 25.000 millones en las ganaderas con un incremento del 24%. Frente a estas cifras se halla la parte negativa: el aumento del 30% en los gastos en medios de producción hasta superar los 35.000 millones, especialmente por piensos en más del 40%, la energía un 200% y los fertilizantes hasta un 300%. Todo ello supuso una caída de la renta en un 5,5% hasta 27.860 millones. En materia de producciones hubo cultivos importantes afectados por razones climáticas, falta de agua y sequía que provocaron una reducción de cosecha en la pasada campaña y sobre los que sobrevuelan interrogantes para la próxima. En este sentido destaca el olivar y el aceite de oliva cuyos precios registraron un incremento medio superior al 60% pasando de una media de 3,4 euros kilo a 5,5 euros kilo. También consecuencia de la sequía y por la evolución de los mercados exteriores, se fueron arriba los precio del arroz y muy especialmente los cereales en su conjunto pasando de medias hace un año de 0,16 euros kilo a superar los 0,30 euros. Subieron, por los incrementos de costes, los huevos hasta un 100% y en el caso de la leche, más del 70% pasando de 0,34 a superar los 0,60 euros litro en diciembre con una media de 0,59 euros consecuencia de una reducción de la cabaña ganadera de unos 70.000 animales por los precios de ruina soportados en los años precedentes. Hoy de cara a la primavera, donde hay siempre un mayor rendimiento de los animales y por la entrada en producción de las miles de novillas adquiridas por los ganaderos a precio de oro para reponer los miles de vacas sacrificadas por falta de rentabilidad, se espera que los precios se estabilicen. Mientras, la industria ha ralentizado las subidas con un incremento de sus precios de venta sobre el año anterior en una media ligeramente por encima del 20%, según datos del sector, a pesar de haber sufrido igualmente la subida de los costes y muy especialmente del gas y la energía, además del nuevo impuesto del plástico, que entró en vigor en enero. Igualmente, también se han ralentizado los márgenes en los supermercados. Según los datos elaborados por el grupo Retail Data sobre los 35 grupos más grandes de la distribución en España, la empresas obtuvieron el año pasado un beneficio neto conjunto de 1.898 millones de euros, un 2,67% sobre su volumen de ventas y donde solo una docena superan un margen de beneficio del 3%. Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter , o en nuestra newsletter semanal