El arbusto tóxico para el ganado que coloniza la costa cantábrica y se localizó en Lesaka

23/06/2025
En: diariodenavarra.es
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Medio Ambiente El arbusto tóxico para el ganado que coloniza la costa cantábrica y se localizó en Lesaka Forma parte del medio centenar de especies exóticas invasoras que tiene catalogadas Medio Ambiente en Navarra Ampliar Aser Vidondo Publicado el 23/06/2025 a las 05:00 Es un arbusto caducifolio, de hoja caduca, y dioico, pues tiene las flores de cada sexo en pie separado. Mide de 1 a 4 m de altura y a veces presenta un tallo único desde la base, pero más frecuentemente densamente ramificado. El tronco puede llegar a los 25 cm de diámetro, y es de color marrón con la corteza profundamente fisurada. Sus hojas son elípticas o romboidales y gruesas, de color entre verde brillante y grisáceo. Las flores están estrechamente agrupadas en cabezas rodeadas por brácteas involucrales. Los capítulos masculinos presentan flores tubulares amarillentas, mientras que los femeninos son de color blanco. El fruto es casi cilíndrico y formado por una semilla coronada con un vilano (apéndice de pelos o filamentos) blanco plateado. Así describe a la bácaris ( Baccharis halimifolia ) el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras , un arbusto que, dentro del ámbito de la flora, forma parte también de la lista del medio centenar de este tipo de especies registradas en Navarra . Es nativo de la costa este de América del Norte y en España está naturalizado principalmente en marismas y lugares alterados cercanos al mar en el norte, en las provincias del cantábrico donde presenta un carácter agresivo, indica el catálogo. DÓNDE Y CÓMO SE DESARROLLA LA BÁCARIS La bácaris, también conocida con el nombre común de chilca o carqueja, es una especie de crecimiento muy rápido , especialmente cuando dispone de luz. Florece entre agosto y octubre. Es una especie con una alta tolerancia climática y con pocas exigencias de suelo, que además es capaz de reproducirse tanto de forma sexual como vegetativamente. Esta planta es tóxica para el ganado, lo que la hace muy poco palatable. Se trata de una planta que coloniza principalmente zonas del litoral, marismas y estuarios, aunque también aparece adentrándose hacia el interior remontando sistemas fluviales . A pesar de que los efectos más graves de su presencia se produzcan en estos ecosistemas (sustitución de especies autóctonas, degradación y transformación de los hábitats naturales, alteraciones geomorfológicas, etc.), también aparece en zonas alteradas y ambientes ruderales y degradados. CÓMO LLEGA A NUEVOS TERRITORIOS Y EN QUÉ AFECTA Asegura el citado catálogo nacional que la principal vía de entrada de la bácaris a un nuevo territorio se produce de forma voluntaria para su empleo como especie ornamental . Y una vez introducida, luego se expande de forma natural con sus semillas de dispersión anemócora e hidrócora (por viento y por agua) . Y lo peligroso de ello es que presenta numerosas afecciones negativas en los nuevos territorios que coloniza . Principalmente tiene un impacto ecológico . Es considerada una especie transformadora que provoca cambios en el carácter, condición, forma y naturaleza de los ambientes invadidos. Forma matorrales densos monoespecíficos que excluyen a la vegetación nativa. Y además los cambios que produce en el hábitat tienen un efecto directo sobre las estrategias de parada de la aves migratorias. Por otro lado, se cita un impacto económico directo, pues puede provocar daños en infraestructuras por su potente sistema radicular (raíces), y reduce la productividad de las tierras agrícolas. Finalmente, se cita un impacto sanitario , dado que resulta tóxica para el ganado si es consumida de forma constante, y asimismo es considerada una especie alergógena. EXPANSIÓN DE LA BÁCARIS EN NAVARRA El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra destaca que la Baccharis halimifolia está incluida en el listado de especies exóticas preocupantes para la Unión Europea y para sus regiones ultraperiféricas, así como en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, lo que implica "la prohibición genérica de su posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, de sus restos o propágulos, incluyendo comercio exterior", así como "la prohibición de su introducción en el medio natural". La primera cita en Navarra de esta especie se remonta a mayo de 2003, siendo localizada en Otsango, en el municipio de Lesaka. Esta cita de la bácaris, naturalizada a orillas del río Bidasoa, se trata de la única referencia que se tiene en suelo foral, por lo que es considerada como "alóctona casual", siendo sus afecciones muy puntuales y mínimas en el territorio navarro, remarca Medio Ambiente. Sin embargo, su comportamiento tan invasor en otras zonas de la costa cantábrica y su irrupción en sistemas fluviales como el río Oma (Euskadi) hace que sea una especie a vigilar y sobre la que actuar en un estado temprano de establecimiento, añade. ESPECIES EXÓTICAS INVASORAS EN NAVARRA: ORIGEN, ACCIONES Y CÓMO ACTUAR En Navarra se ha confirmado, conforme a una revisión reciente de los datos, la presencia de alrededor de 50 de las 200 especies catalogadas ya como exóticas invasoras en España por el Ministerio para la Transición Ecológica. Remarca el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra que el mundo actual es una red globalizada e interconectada, y que en muchas ocasiones con el transporte de productos se traslada también de forma involuntaria a otros seres vivos, desde microorganismos hasta vertebrados , algunos de los cuales son capaces de sobrevivir en las regiones de recepción, adaptarse y proliferar, pudiendo incluso llegar a competir con las especies autóctonas de la zona. Estas especies son las denominadas "exóticas invasoras". Además de esta llegada accidental, el acceso a las redes sociales y las plataformas de compra online hace que a día de hoy resulte muy sencillo adquirir seres vivos procedentes de otras regiones , lo que puede facilitar igualmente la llegada de especies potencialmente invasoras. Por último, el calentamiento global posibilita que especies que veían limitada su capacidad de adaptación en nuevos territorios, como consecuencia de las bajas temperaturas invernales, consigan ahora sobrevivir al invierno y establecerse donde antes no podían. En cuanto a la flora , más allá de las invasiones biológicas que han venido ocurriendo desde tiempos inmemoriales, estas especies generalmente han sido introducidas por el hombre con diversos fines, tales como los económicos (agricultura, horticultura, plantas ornamentales, silvicultura, etc.), científicos o educativos (jardines botánicos, etc.) y estéticos (paisajismo, jardinería, etc.), sin considerar los efectos negativos que dichas introducciones podrían tener sobre el medio ambiente. Concretamente, estas especies compiten, desplazan, depredan y/o hibridan sobre las autóctonas, alteran la estructura y composición de las comunidades bióticas y en ocasiones alteran los ecosistemas. En Navarra, Medio Ambiente adopta diferentes acciones dependiendo de cada especie . Para algunas se llevan a cabo campañas de erradicación, en ciertos casos coordinadas con el Ministerio, mientras que para otras especies menos frecuentes o peligrosas el control se limita a la eutanasia de los ejemplares que se recogen de manera casual. Si un ciudadano localiza alguna de estas especies exóticas invasoras en el medio natural, se recomienda avisar a la central de Medio Ambiente . Teléfono móvil (permite llamadas y WhatsApp): 646 594 948. Correo electrónico: centralmedioambiente@navarra.es . Te puede interesar
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